“Decepción, más que enfado”. Ese es el sentimiento que gobierna al entrenador del Alondras, José Antonio Rodríguez, después del amargo debut de su equipo el domingo ante el Silva, con derrota por 2-4. “No era un partido para perderlo”, señala el preparador, que reconoce, no obstante, que “cuando remontamos nos faltó dar continuidad a lo que estábamos haciendo, hacerles correr más, controlar más el choque”.
Y es que, a pesar del resultado adverso, el inquilino del banquillo rojiblanco apunta que el encuentro “fue tal y como lo habíamos trabajado”, aunque con varios hechos que trastocaron el devenir del mismo. El primero de ellos, el tempranero gol de los visitantes en una pérdida en el centro del campo. “Es un fallo en el control que no solemos errar, que se nos queda corto, y ellos transitan rápido y nos cogen”, señala. Por contra, el técnico felicita a los suyos por la buena reacción que tuvieron, haciéndose con el dominio y disfrutando de ocasiones para poner el 2-1 cuando apenas se llevaban 15 minutos de juego. “Nos recompusimos muy bien y le dimos la vuelta al marcador, que es lo más difícil ante un equipo como el Silva”, relata.
El cuadro coruñés supo explotar después una de sus armas, el balón parado, aunque en esta ocasión fuese con lanzamientos directos. “Queríamos evitar este tipo de faltas, pero lo cierto es que tampoco fueron acciones de estrategia que nos ganasen”, dice Rodríguez. El empate a dos goles es una falta lateral que se va directa a puerta y el 2-3 en la segunda parte una falta frontal que se cuela por la escuadra. “Con el 2-2 no nos estaban haciendo daño pero después enchufan un golazo y poco puedes hacer ante eso más que darle el mérito al lanzador”, se lamenta el preparador del conjunto cangués.
Rodríguez insiste en que el partido apuntaba más hacia los suyos que hacia el rival. “Teníamos buenas sensaciones, pero nos faltó la continuidad. Fallamos controles y pases que no solemos fallar y eso alimenta a un equipo que espera tus errores”, razona, antes de añadir que “incluso con el empate estábamos mejor que ellos y disponemos de dos situaciones clarísimas. De hecho ellos en la segunda parte cambian de sistema porque no se encontraban cómodos”.
La lectura positiva del partido llega con el estreno goleador de dos de los jugadores alondristas de posiciones avanzadas, el delantero David Mosquera, y el mediapunta Hugo Sanmartín. “Es una alegría que marquen, pero son futbolistas que tienen que tener una mayor continuidad en el juego, y es lo que vamos a intentar. Queremos encontrar situaciones habitualmente para que puedan afrontar esos últimos metros”, dice. Lo cierto es que las incorporaciones de esta temporada le dan más recursos ofensivos a los de O Morrazo de los que tenían antaño. “Es cierto, el hecho de que haya jugadores exteriores con más profundidad, jugadores con capacidad para filtrar ese último pase, es positivo. En este sentido estoy contento”, afirma.
A pesar de los errores cometidos ante el Silva Rodríguez insiste en un modelo de juego en el que es vital que los futbolistas se atrevan a crear con el balón en los pies. “Hemos de tener confianza. Claro que vamos a fallar pases, pero hay que seguir intentándolo”, subraya.
La siguiente reválida será el próximo domingo a partir de las 12 de la mañana ante el Deportivo B. “Iremos con plena confianza para tratar de hacer nuestro partido en un escenario espectacular”, sentencia. Para este encuentro todo apunta a que Salgueiro no se recuperará de sus problemas físicos y Landeira es duda. La preocupación ahora está en Yahvé, que se marchó lesionado en la rodilla ante el Silva y que está pendiente de pruebas. Hugo Sanmartín, por su parte, se retiró con molestias en los isquiotibiales.
