Alejandro Valverde y Ezequiel Mosquera, compañeros de pelotón en la primera década del siglo, se abrazan en la meta de Sarria. El murciano, aún de maillot, acaba de ganar la prueba que organiza el santiagués, en su traje formal. Una imagen que prueba la longevidad de Valverde, la feliz transformación de Mosquera en emprendedor y sobre todo el exito de O Gran Camiño en su estreno. Una carrera que ha sobrepasado las expectativas de patrocinadores y participantes, destinada a convertirse en referencia estable del calendario gallego.

“Nós estamos como nun soño”, declaraba Eze, alma y artífice, a la Televisión de Galicia. “No mellor dos guions non pensabamos que teríamos ese pedigrí de gañadores de etapa e de gañador final, pelexando ata o último segundo. Os que apostan por esto, as administracións e sponsors privados, están flipados tamén. Sentamos unha primeira pedra desta calzada, desde novo camiño, moi sólida. A partir de aquí, só queda mellorar”.

La casualidad ha acompañado. La proliferación de positivos en la formación del Movistar que acudió a la Vuelta a Valencia aconsejó que Valverde se borrase de las rondas de Murcia y Andalucía. El “Bala” irrumpió así en Galicia contra pronóstico. Inició su carrera en 2002, dos años después de que Andrei Teteriouk ganase la última edición de la Volta a Galicia. Solo había recorrido las carreteras galaicas en las etapas de la Vuelta a España. Valverde se retira a los 41 años, pero no se ha tomado esta última temporada como un homenaje relajado. Se va sin saciar su hambre. O Gran Camiño llevará su nombre.

Pero el trabajo de la organización se había preparado para exprimir al máximo las coincidencias y rentabilizar sus apuestas. Mosquera implicó a otras leyendas, como Álvaro Pino en el diseño de las cuatro etapas y Óscar Pereiro para las relaciones públicas. “Ni escribiendo un guion hace dos meses hubiéramos imaginado que todo saliera como salió”, celebra el mosense, que enumera: “Tener cuatro días de sol en febrero en Galicia era cuestión de suerte. Que Alejandro Valverde estuviera aquí también fue el fruto de casualidades. La implicación de los equipos Pro Tour fue excelente. Los continentales hicieron de la carrera una prueba con interés desde el primer kilómetro. Hemos tenido cuatro ganadores de etapa de categoría mundial (Cort, Woods, Valverde, Padun). Y la carrera se decide en el último kilómetro con dos referentes mundiales. La última etapa la gana un ucraniano con todo lo que está pasando y que el ganador final sea Alejandro Valverde en su último año en activo.... Ni en los mejores sueños lo hubiéramos pensado”.

“Creo que el balance final de toda la organización es superior al 10 y la guinda a un proyecto que Ezequiel Mosquera y todo su equipo prepararon con mucho mimo y cariño”, elogia Pereiro. O Gran Camiño se elaboró también para la promoción del país, recuerda: “Pudimos enseñar a más de 120 países nuestra tierra y que aquí sabemos hacer las cosa. ¿Futuro? No tenemos más remedio que mejorar lo realizado y seguir creciendo para poder tener una prueba de referencia mundial con el objetivo de que todos los equipos Pro Tour estén en la salida. O Gran Camiño ha nacido para quedarse”.

Ídolos locales

Mosquera, en esa combinación de deseos y necesidades, también siempre tuvo claro que quería que los escasos ciclistas profesionales gallegos estuviesen en la línea de salida. Lo consiguió. Carlos Canal, Delio Fernández, Álex Marque, Samuel Blanco y Guillermo García participaron, compitieron, se mostraron y recibieron cariño. Delio encabezó la representación patria, quedando decimosexto.

“Había gañas de ver ciclismo profesional máis alá de cando pasa a Volta a España. A carreira respondeu ás expectativas do público. Foi un gran espectáculo. Os corredores non defraudamos. Houbo xente de primeirísimo nivel. Foron catro días moi intensos”, resume Delio. “Saiu todo moi ben. Fíxose un gran esforzo para que os corredores estivésemos cómodos e as etapas estaban pensadas para minimizar riscos. A organización non tiña nada que envexar a moitas grandes carreiras. Foi unha carreira top mundial”.

El moañés volcó su corazón en la cita. A finales de 2021, cuando supo que el Delko desaparecía, buscó fichar por una escuadra que le garantizase su presencia en O Gran Camiño. “Non descansei moito para poder chegar nunha condición boa. A miña ilusión era deixarme ver e ter presencia na carreira de casa. En 15 anos de carreira deportiva nunca tivera esa opción. Conseguinno xa dende o primeiro día. Estudiara ben o percorrido. Debo estar contento co resultado. Estiven preto, no grupo de corredores de nivel mundial. Foi unha gran satisfacción que me puidese ver o público galego e notar o seu alento”.

Samuel Blanco, compañero en el Tavira, valora: “La prueba ha sido de lo mejor que he visto a nivel organizativo. Entiendo que tendrá un futuro estable. Los equipos querrán venir. Será una vuelta solicitada”, anticipa.