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TAEKWONDO Tania Castiñeira Taekwondista de Moaña, que consiguió 8 medallas en 2021

“Las olimpiadas de París son factibles, serían la recompensa a todos estos años”

La taekwondista moañesa Tania Castiñeira, con una de sus medallas, en el Club Hebe. | // GONZALO NÚÑEZ

La Concellería de Deportes de Moaña aprovechó las fiestas navideñas y estos últimos días del año para brindar un homenaje a los deportistas locales que durante este 2021 consiguieron alguna medalla a nivel nacional o internacional. Eran casi 35 deportistas y en esa delegación destacaba la joven Tania Castiñeira, del Club Hebe de taekwondo. La moañesa cierra este año su etapa como sub 21, aunque hace tiempo que compite con las senior, y lo hace con un total de 8 medallas. Es el momento de fijarse nuevos retos y Castiñeira quiere intentar llegar a París 2024.

El año 2021 sigue marcado por el COVID-19 y por la pandemia sanitaria. Pero para Tania Castiñeira, del Club Hebe de Moaña, será el año en el que consiguió ocho medallas a nivel nacional e internacional, unos resultados que han supuesto un buen impulso a su trayectoria deportiva y a sus sueños de futuro. El palmarés de este 2021 incluye su tercer Campeonato de España sub 21 consecutivo, el segundo Campeonato de España absoluto consecutivo, campeona de Europa sub 21, oro en el Open de España y en el Open Mundial de Podgorica (Montenegro), plata en el Open de Turquía y bronce en los open mundiales de Sofía (Bulgaria) y Riad (Arabia). Afronta su cuarto año en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, a donde se reincorpora el próximo 2 de enero. El primer reto será a finales de mes, con el Campeonato de España absoluto.

–La lista de medallas de este 2021 parece interminable. La valoración solo puede ser positiva.

–Este año para la mayoría de la gente está marcado por el COVID 2021, pero tengo que reconocer que a mí me fue bastante bien. En esta vuelta tras la pandemia se notó que mejoré mucho y este regreso fue de la mejor manera posible. No dejé de entrenar en ningún momento y eso fue muy importante.

–¿Cómo fue su rutina durante el estado de alarma y el confinamiento?

–Desde el CAR nos mandaron a todos los deportistas a casa, así que regresé a Moaña. Entrenaba todos los días, por la mañana y por la tarde. La suerte es que mi familia tiene una vivienda con jardín, así que había días que entrenaba en el balcón, otros en el jardín... para evitar que fuese monótono. .

–Después de un año 2020 sin competir, ¿cómo fueron las sensaciones al regresar al tapiz?

–Al principio tenía mucha incertidumbre. Después de tanto tiempo me preguntaba si estaba en las mejores condiciones, cómo voy a volver... A medida que vas viendo que las cosas salen bien, que tenía a mi alcance a gente a la que consideraba top y que conseguía medallas las sensaciones fueron mucho mejores de lo que yo misma me esperaba. Obviamente todo es mejorable porque esas platas y esos bronces que citabas antes siempre se pueden convertir en oros.

Tania Castiñeira, del Hebe, al lado de un monitor que refleja uno de los títulos conseguidos este año. Cedida

–Entre esa colección de metales, ¿hay alguno que sobresalga por encima de los demás o que valore de forma diferente?

–Quizás el oro en el Campeonato de Europa sub 21. En 2018 fui bronce, en 2019 plata y en 2020 no pudo haber competición. Ahora era un sí o sí, era mi última oportunidad y quería cerrar esta etapa sub 21 con ese oro. Significaba hacerlo de la mejor manera posible. Fue una emoción inmensa, pero sin quitar ni un ápice de mérito al resto, sobre todo a las de la categoría senior que es en la que voy a luchar por los puestos en el ranking olímpico y en el mundial.

–Ahora que se cierra su etapa como deportista sub 21, ¿cuáles son las metas que se fija para el futuro?

–La categoría senior no va a ser nueva para mí porque aunque era sub 21 ya podía competir como senior. El sueño de todo taekwondista es llegar a unas olimpiadas, así que mi gran objetivo para 2022 es clasificarme para uno de los torneos del circuito Grand Prix, que a donde van las deportistas que están en el top 32. Las medallas que conseguí en los diferentes Open den este 2021 me hicieron sumar un buen número de puntos y ahora mismo estoy en el puesto 33 de la clasificación olímpica y en el 20 de la mundial. Me encantaría meterme en un Grand Prix por primera vez para competir e intentar conseguir una medalla.

A medida que vas viendo que las cosas salen bien, que tenía a mi alcance a gente a la que consideraba top y que conseguía medallas las sensaciones fueron mucho mejores de lo que yo misma me esperaba

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–¿La meta de los Juegos de París 2024 es factible?

–Sí que es factible, pero implica que hay que ser muy regular. Por ejemplo, hay que intentar sacar medallas en el Campeonato de Europa y en el Mundial de este año o colocarse entre las seis primeras para sumar puntos. Si no es así habría que jugársela en el preolímpico y que la Federación Española cuente conmigo. Estar en unas olimpiadas es el máximo sueño para cualquier deportista, sobre todo en las modalidades que quizás no son tan mediáticas, y sería la recompensa a todos estos años de esfuerzo.

–¿Destacaría a alguna de las rivales con las qué se ha enfrentado hasta ahora? ¿Hay alguna que haya supuesto un reto o motivación especial?

–En el mundo del taekwondo los países más potentes son Rusia, Corea e Irán. Cuando te mides a una rival de una de esas nacionalidades siempre vas aprender y si ganas va a ser por la mínima. Quizás me quedó con la victoria de este año ante la rusa Kristina Adebaio en la final del europeo sub 21. Solo nos habíamos enfrentado una vez y ella era la campeona. Al final le gané en el punto de oro con dos acciones de puño.

Tania Castiñeira, con una de sus medallas, a la puerta del Club Hebe, su equipo. GONZALO NUÑEZ

–Echando la vista atrás, ¿cómo fueron sus comienzos en el mundo del taekwondo?

–Vivía muy cerca del Gimnasio Hebe y mi madre iba allí a la sala de musculación. Una vez, cuando yo tenía 5 años, me llevó con ella y yo me quedé mirando. El que luego sería mi entrenador, Jacobo Ríos, me vio y me preguntó si quería unirme a una clase de taekwondo. Le dije que sí y cuando llegamos a casa le dije a mi madre que me quería anotar. Y así hasta ahora. Hasta los 14 años lo compaginé con el fútbol, pero luego me decanté por el taekwondo.

–¿Qué es lo que tiene Moaña para disfrutar de una cantera tan prolífica de jóvenes en el mundo del taekwondo?

–En mí caso diré que fue clave la ayuda y las facilidades que me dieron los entrenadores, unas facilidades que a lo mejor no tienes en otros deportes. Aparte de eso tanto el gimnasio Hebe como el Patiño tienen unos entrenadores de muchísimo nivel, que ayudan a los niños de tal forma que al final los resultados llegan. Además son fundamentales porque te aportan motivación e ilusión.

Soy más bajita que mis rivales, pero más rápida así que mi estilo se basa en anticiparme y moverme bien sobre la pista

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–La influencia y las enseñanzas del taekwondo, ¿se extienden más allá del tapiz a otras facetas de su vida diaria?

–Sí. El deporte siempre ayuda. De pequeña era muy poco centrada en los estudios, no buscaba motivación ni interés en nada. Al final llegue a esa motivación e interés a través del deporte. Me sirvió como inspiración y al final busqué estudiar algo relacionado con el deporte [estudia a distancia un ciclo medio de Actividades Físico-Deportivas].

–¿Cómo definiría su estilo a la hora de combatir sobre el tapiz?

–Aunque estoy en la categoría de peso pesado, soy más baja que la mayoría de mis rivales. Yo mido 1,78 y ellas sobre 1,85. Soy más bajita, pero más rápida así que mi estilo se basa en anticiparme y moverme bien sobre la pista.

–El combate imposible: usted y el maldito COVID-19 sobre el tapiz. ¿Cómo lo afrontaría?

–[Risas] Esa es una situación muy, muy complicada porque el coronavirus nunca sabes cómo te va a salir. Yo iría esperando su reacción y cuando reaccionase buscaría un contraataque para acabar con él. ¡Acabar con él pero bien, dejándolo KO! [Risas]

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