“Estoy con ganas para lo que viene”. Jacobo Fernández no siente miedo por lo que espera en su nueva etapa. El vigués cerró el pasado fin de semana de manera brillante su etapa como junior. Dos nuevas medallas de oro (individual y dobles) que le confirman como el indiscutible denominador de esta categoría a nivel nacional. Implacable durante este tiempo. Pero como si de un vídeojuego se tratase, el calendario obliga a saltar de fase para adentrarse en un mundo tan excitante como incierto.

A partir de la próxima temporada Jacobo Fernández competirá en la categoría absoluta. Sube el nivel en todos los sentidos y llegará el momento de medirse cara a cara con lo mejor del mundo. El miembro del Club Bádminton Cíes vive la situación con tranquilidad e ilusión: “Siento un poco de nostalgia por dejar atrás la categoría junior, pero estoy ilusionado por lo que viene, con ganas de disfrutarlo y de seguir evolucionando”.

Jacobo Fernández se enfrentará a un nuevo panorama para él. Después de sus títulos del pasado fin de semana se eleva a nueve el número de medallas de oro en Campeonatos de España que ha acumulado en las diferentes categorías desde que en 2014 se hizo con el primero en el Nacional Sub11. Las cosas cambiarán de forma radical con el arranque de la nueva temporada, pero el vigués lo vive lleno de esperanza: “Estoy tranquilo y esperanzado con lo que tiene que venir. Habrá un peaje que pagar, pero no me preocupa”. Los últimos títulos han tenido además el premio extra de haberlos conseguido tras un periodo largo de convalecencia después de una lesión, circunstancia que no le impidió conquistar la doble medalla de oro.

Hace un tiempo que Jacobo se instaló en Madrid para trabajar en el Centro Nacional de Bádminton. Mejores instalaciones, rivales, más dedicación en el día a día que se ha ido notando en el rendimiento del vigués. Las cosas no van a cambiar como el mismo anuncia: “Estar allí te da un plus en nivel, horas y calidad de los entrenamientos. Eso se va ha ido notando y se volverá a notar en el rendimiento con seguridad. El objetivo es tener a mano más calidad y cantidad en el entrenamiento diario. Gracias a eso sube la motivación y uno está más contento por vivir la experiencia”.

No sabe dónde le ubicará el deporte en los próximos años, aunque tampoco es amigo de marcarse objetivos pequeños: “Es difícil imaginarse cómo voy a estar en la categoría absoluta. Mi idea es luchar con los mejores del país, pero a la larga la meta es pelear con los mejores del mundo que es lo que desea cualquier deportista”.