El Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro podrá cumplir su décima temporada consecutiva en Asobal, la vigésimo segunda en su historia. El Balonmán Cangas no jugaba ayer sobre la pista, pero tenía los ojos puestos en lo que pasaba en los encuentros Quabit Guadalajara-Fertiberia Puerto Sagunto, Nava-Helvetia Anaitasuna y Sinfín-Villa de Aranda. A priori todo hacía indicar que habría que esperar al miércoles, al duelo aplazado entre Granollers y Guadalajara. No hizo falta. El empate entre Guadalajara y Puerto Sagunto sella definitivamente la permanencia del equipo cangués en la élite del balonmano español. “Es para estar orgullosos. Ha sido una temporada muy complicada, con dos confinamientos y el primero de ellos con 17 positivos. A eso le sumanos el tramo final, con todos los partidos y los desplazamientos y nos da la idea de lo difícil que ha sido”, destacaba ayer un emocionado y feliz Nacho Moyano.
El entrenador de los cangueses se encerró en casa para ver a través de dos ordenadores los partidos de sus rivales y al concluir destacaba la “profesionalidad” del Puerto Sagunto. Los levantinos ya estaban descendidos. Aún así la semana pasada ganaron a Nava y ayer lograron un empate en Guadalajara que le da la vida al Cangas. “Hay que estarles agradecidos. El de ayer era el típico encuentro para sacar a los jugadores menos habituales o para dejarse ir si las cosas iban mal, pero ellos no lo hicieron”, alaba Moyano. El Guadalajara solo puede sumar ahora un máximo de 22 puntos, los mismos que el Cangas. Pero los cangueses ganaron los dos enfrentamientos directos (21-23 en tierras manchegas y 28-27 en O Gatañal) y se aseguran la permanencia.
Al filo del minuto 25 de la primera parte todo hacía indicar que habría que esperar al miércoles. El Nava vencía con comodidad al Anaitasuna, lo que hacía estéril para los intereses cangueses la victoria de Sinfín ante Villa de Aranda. Por su parte, Guadalajara ganaba 14-9 al Puerto Sagunto. Sin embargo, en los seis minutos previos al descanso los valencianos lograron un parcial de 0-5 que igualaba el choque (14-14). El resultado soñado por el Frigoríficos.
Los alcarreños volvieron a salir mejor en el arranque del segundo periodo y enseguida se fueron de nuevo a los cuatro de ventaja (20-16, min.39). El técnico de Sagunto, Vicent Nogués, pidió tiempo muerto y dio entrada a un Óscar García que revolucionó el partido. Los valencianos le dieron un auténtico revolcón al encuentro con un parcial de 0-5 en apenas tres minutos, lo que les permitió ponerse por primera vez por delante en el electrónico (20-21, min.41). Aún fueron a más y a menos de diez minutos del final ganaban de tres (24-27) y tuvieron varias posesiones para ponerse a cuatro. Fueron unos minutos de infarto, sobre todo para el Balonmán Cangas. Por un momento se vio ya salvado y a los pocos instantes esa ilusión se desvanecía porque Guadalajara dio la vuelta a la situación (28-27, min.56).
Pero aún no estaba todo dicho. El argentino Leo Querín se resarció de un incomprensible error anterior con dos tantos consecutivos que devolvían la ventaja al Puerto Sagunto (28-29). Pablo Paredes volvió a empatar (29-29), Pozzer puso el 29-30 que ya le daba prácticamente la salvación al Cangas. Paredes volvería a igualar el partido (30-30), pero ya con el tiempo cumplido para la alegría del Frigoríficos del Morrazo.
“A priori hoy [por ayer] no era un día para la esperanza, pero siempre tienes un hilo. La tarde fue una montaña de emociones”, contaba poco después del partido Nacho Moyano. El técnico de los cangueses completa su segunda temporada en el banquillo del Frigoríficos y esta vez puede festejar por todo lo alto la permanencia después de que en su primer año la competición tuviese que ser suspendida por el COVID-19. “Lo de este equipo tiene mucho mérito. Yo llevo dos días en Asobal, pero todo el mundo coincide en que ha sido la temporada más difícil y dura. Y además con cuatro descensos. Estoy muy orgulloso del equipo y nos merecemos la permanencia”, afirma el técnico.
Después de su segundo confinamiento el Frigoríficos del Morrazo afrontó un mes de mayo de aúpa, con siete partidos en tres semanas y media, con largos desplazamientos de por medio. El futuro parecía oscurecerse después de la inmerecida y cruel derrota en Nava (19-18). “El equipo no tiró la toalla ni bajó los brazos. Seguimos remando y trabajamos para sacar los puntos que dependían de nosotros”, insiste Moyano. Los de O Morrazo ganaron por la mínima y con mucho sufrimiento al Helvetia Anaitasuna y al propio Guadalajara en O Gatañal.
El encuentro del sábado ante el F.C.Barcelona era un mero trámite y tocaba esperar. Al final la suerte sonrió merecidamente a los cangueses e hizo bueno el lema del club y de su afición: “En Cangas ninguén se rende!”
