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Balonmano - Liga Sacyr Asobal

En Cangas ninguén se rende

Rubén Soliño lanza a portería en una acción del partido de ayer entre Frigoríficos del Morrazo y Anaitasuna. | // GONZALO NÚÑEZ

“En Cangas ninguén se rende”. El lema, acuñado hace algunas temporadas para la enésima batalla por la permanencia del Frigoríficos del Morrazo, es ya un mantra que forma parte de la idiosincrasia del club y que en días como ayer adquiere una significación especial. Porque el conjunto cangués, amparado por su afición y en un encomiable esfuerzo, doblegó al Anaitasuna (21-20) para alimentar sus esperanzas de salvación. Los de Nacho Moyano se beneficiaron de la derrota del Guadalajara ante el Incarlopsa Cuenca y salen momentáneamente del descenso. El sábado tienen otra final, precisamente ante el Guadalajara, e incluso ganando seguirían sin depender de sí mismos. Pero en Cangas nadie se rinde y todos creen.

La victoria del Frigoríficos del Morrazo se fraguó en las trincheras, en un excepcional trabajo defensivo al que dio lustre Javi Díaz en la recta final del encuentro. Con las fuerzas justas tras una auténtica maratón de finales el Cangas apeló a un sufrimiento que lleva marcado a sangre y fuego en su historia, y, cómo no, a un pabellón de O Gatañal que ayer multiplicó sus voces para levantar y lanzar a los suyos.

Y es que tras un buen inicio con David Iglesias como líder, la exclusión de Meoki sacó a la luz la presión con la que jugaban los locales. Sin ese elemento sería imposible encontrar explicación a los dos lanzamientos fuera de un valor seguro como Dani Fernández, a los dos penaltis errados y a otros errores incomprensibles. El Cangas aguantó porque atrás estuvo muy sólido, con Cerqueira y Quintas a su mejor nivel y con Santi López derrochando energía. Los de Quique Domínguez se ponían por delante (4-5) hasta que el equipo cangués metió una marcha más a su defensa (6-5, minuto 17) y esta vez sí aprovechó una exclusión navarra para marcar diferencias (8-6, minuto 21, con tiempo muerto de Quique Domínguez).

El Frigoríficos derrota al Anaitasuna (21-20) con una exhibición defensiva y un estelar Javi Díaz

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Pero llegaron las rotaciones y el Cangas se atascó. Eso permitió a los visitantes equilibrar el marcador (9-9, minuto 27)) e incluso tener un par de balones para ponerse por delante con uno más en pista por la exclusión de Cerqueira. Sin embargo sería el capitán cangués el que a su vuelta anotaría sobre la bocina el 10-9 con el que se fueron ambas escuadras a vestuarios.

En la reanudación el Cangas estiró la goma (11-9) pero fue incapaz de romper un choque que se convirtió en un intercambio de golpes (12-12) hasta que Quintas vio la roja directa. Era el minuto 37. Sin el lesionado Martín, el otro central puro que tiene Moyano en la plantilla, el técnico echó mano de Baptista.

La respuesta del Cangas a este revés fue la misma que en todo el partido, mayor actividad defensiva. Y el resultado fue que, poco a poco, acabó por romper el encuentro (17-13, minuto 46). Atrás era una exhibición. Cortadas todas las vías de pase a Aitor en seis metros y sin dar respiro a la primera línea visitante. Encima, apareció Javi Díaz. Hay que disfrutar de las paradas del meta rosaleiro en su última temporada en la élite, impartiendo un clínic de portería.

La plantilla del Frigoríficos aplaude a sus aficionados al término del encuentro con el Anaitasuna. Gonzalo Núñez

Si el Frigoríficos no hurgó aún más en la herida fue por la falta de fortuna en algunas acciones o quizás por el miedo a ganar. Muratovic erró un fly muy cómodo y Dani Fernández resbaló cuando estaba solo en un contragolpe. El Anaitasuna intentó meterse en partido pero a cada tanto pamplonica le seguía uno cangués. David Iglesias, Cerqueira y Dani Fernández mantenían la renta de tres goles (21-18, minuto 54, con tiempo de Domínguez).

Javi Díaz echa el cerrojo

El Anaitasuna cambió a defensa 5.1 y se lanzó a por todas. Pero el protagonismo recayó, una vez más en Javi Díaz, que decidió echar el cerrojo a su portería. En siete minutos dejó cinco intervenciones que adornaron un gran trabajo de sus compañeros. Ofensivamente al Cangas le pesó el cansancio, la presión o ambas cosas. Sus ideas se secaron en los seis minutos postreros, en los que no fue capaz de anotar. El meta rosaleiro mantuvo a los suyos sin sobresaltos, hasta que la victoria ya estaba en el bolsillo. Luego Ganuza y Meoki adornaron el resultado. El Cangas sigue muy vivo y dispuesto a vender cara su piel.

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