En una Liga donde los parones han sido un elemento más dentro de la ecuación futbolística, conseguir minimizar los efectos de esa inactividad se ha convertido en una clara ventaja competitiva. Y si hay un equipo ejemplo de ello es el Alondras. El conjunto de Jorge Otero ha regresado siempre de los parones (en dos ocasiones por brotes de coronavirus y en otra por las vacaciones navideñas) con victoria, una costumbre que confía en no perder este domingo, cuando se enfrente al Polvorín en el último encuentro de la segunda fase.
Los confinamientos, más allá de la pérdida de entrenamientos y de ritmo competitivo, han sentado paradójicamente como anillo al dedo a un cuadro rojiblanco que siempre ha vuelto con éxito a los terrenos de juego. Así le ocurrió tras su primera cuarentena, la de finales de enero, con cuatro positivos en sus filas. Su primer duelo, a domicilio ante el Ribadumia, se saldó con un triunfo por 1-2 que reforzaba a los de Otero. Una semana después, en cambio, los cangueses caían frente al Arenteiro (1-2) y al día siguiente, el 15 de enero, debían confinarse de nuevo por la aparición de cinco casos de coronavirus.
El conjunto cangués siempre ha ganado esta temporada después de los parones
La cuarentena del Alondras se extendió del 15 al 26 de febrero, y eso motivó el aplazamiento de tres encuentros. Esto le obligó a afrontar un mes de marzo de auténtica locura, con siete partidos en el mismo. El balance fue más que notable. Los rojiblancos salieron de casa como motos y encadenaron tres triunfos consecutivos ante Pontellas (0-3), Choco (2-1) y Atios (0-4), despejando cualquier duda acerca de su rendimiento. Sí comenzaron en cambio a notar el cansancio en los siguientes compromisos, a pesar de que no perdieron ninguno de ellos. Acumularon cuatro igualadas (1-1 frente a Rápido de Bouzas, Estradense y Ourense CF y 0-0 ante el Arosa) y cerraron su participación en la primera fase como tercero de grupo, entrando en la pelea por el ascenso directo.
Los de Jorge Otero tampoco parecieron notar el parón navideño. A la vuelta de las vacaciones el equipo cangués dio un golpe encima de la mesa al imponerse por 0-3 a la UD Ourense, demostrando que las pausas no le han roto su dinámica competitiva y ha despejado cualquier atisbo de duda a las primeras de cambio. El último ejemplo de este año radica en la jornada inicial de Liga. Después de meses sin competir por la pandemia el Alondras fue uno de los equipos que arrancó con triunfo (1-0 ante la UD Ourense). Ahora, y después de dos semanas sin partidos por el positivo en el Somozas y el consecuente aplazamiento de varios partidos, el Alondras intentará aprobar una nueva reválida.
