A la espera de que la Federación Gallega de Fútbol fije la fecha para disputar su encuentro ante el Polvorín –aplazado, al igual que el Arosa-Somozas, por un caso de covid en este último equipo– la peor de las noticias ha llegado al Alondras. El defensa Brais, el jugador más utilizado por Jorge Otero hasta la fecha, se perderá lo que queda de temporada por una lesión en el tobillo. El jugador se lastimó durante un entrenamiento la semana pasada y el diagnóstico es una afectación de los ligamentos del astrágalo además de una posible fractura ósea. El exfutbolista del Val Miñor no estará con los suyos en las eliminatorias por el ascenso a la Segunda División RFEF.
La baja de Brais obligará a Otero a inventarse un central, ya que solo cuenta con uno nato en la plantilla, Aitor Díaz, tras las salidas de Arnosi y Agujetas. Las opciones son las de reconvertir al mediocentro Manu Santos o a cualquiera de los laterales Diego o Pablo García, lo que obliga a retocar también esas posiciones. En un año plagado de dificultades y retos, la ausencia de Brais en el momento clave de la competición es una piedra más en el camino del Alondras.
Por lo demás Otero entrena con normalidad con su equipo, como si de una semana de competición se tratase. La idea es que el choque ante el Polvorín, último de la segunda fase de la Liga, se pueda jugar el domingo o incluso el lunes, aprovechando la festividad del Día das Letras Galegas. “No hemos variado nada”, señala el preparador, a pesar de que reconoce que tanto parón –el Alondras ya tuvo que pasar dos confinamientos– es perjudicial para cualquier deportista.
Lo que sí ya sabe el Alondras es que su rival será el Estradense o el Choco, en función de si acaba esta fase en quinta o en sexta posición. Otero no tiene predilección por ninguno. “Contra el Estradense perdimos un partido y empatamos otro, y con el Choco ganamos uno y empatamos el otro, pero sinceramente me da igual. Son dos equipos diferentes, pero complicados ambos a un encuentro”, sentencia.
