El sueño se aleja. Pero sin nada que reprochar a un Acanor Novás Valinox que lo dio todo en el choque ante el Iberoquinoa Antequera, aunque el partido se inclinó a favor de los visitantes. Ahora el ascenso parece casi imposible, pero los hombres de Álvaro Senovilla volverán a levantarse para luchar por esa pequeña posibilidad.

Igualdad máxima desde el inicio. Se sabía que sería un partido de control de nervios, de saber jugar con la presión y ello se vio reflejado en el parqué desde el mismo inicio. El Acanor Novás Valinox, empujado por su público, fue más emocional, pero el Antequera no se descompuso nunca. Jugaba con absoluta tranquilidad, sin perder ni la posición ni la calma y así mediada la primera parte los visitantes lograron una corta distancia a favor (5-8, min. 14). Tiempo muerto solicitado por Álvaro Senovilla para recordar a sus jugadores sus armas y apareció el enorme trabajo defensivo de los de O Rosal para igualar las fuerzas, aunque en portería Moyano impidió que el conjunto local se pusiese por delante. Así, se llegó al descanso con empate (12-12).

En el reinicio, parecía que el Antequera había salido mejor, sobre todo en el aspecto defensivo, que era por momentos asfixiante, pero en ningún caso el Novás perdió la cara. Costaba más encontrar situaciones claras, pero siguió firme y recuperó enseguida los dos goles de ventaja que habían conseguido los visitantes. El equipo de O Rosal, con corazón, garra y balonmano, logró ponerse por delante (17-16, min. 10), pero este rival no baja nunca el ritmo y el choque continuó completamente igualado. En el tramo final, el Antequera tiró de galones con Rafa Baena y Moyano para hacer un parcial de 3-0 (21-24, min. 59), que le permitió jugar con tranquilidad, a pesar del pundonor del Novás que apretó hasta el 23-24.