Dos banderas, dos medallas de bronce y un inestimable refuerzo anímico en tiempos de pandemia. Ese es el botín que los clubes de O Morrazo han cosechado en el Campeonato de España de Bateles, disputado en Meira, y que dejó un buen sabor de boca en la comarca.
El anfitrión Samertolaméu y el Club de Mar Bueu se llevaron la bandera en infantil femenino y juvenil, masculino, respectivamente, poniendo el broche de oro a una temporada espectacular. Las jóvenes moañesas, entrenadas por Luis Curra, cerraron un año de ensueño en el que solo cedieron en una regata. “Son chicas que en su mayoría llevan tres años juntas, y alguna incluso cuatro. La continuidad es la base para que funcionen las cosas”, señala el preparador. Mara Curra, Nuria Fervenza, Noa Figueirido, Noa Faria, la patrona África Freire y la suplente Tania son los rostros visibles de un grupo de 15 remeras que se distribuyeron en dos barcos (Samertolaméu y su filial Meira). “Al menos podían competir a un buen nivel ocho de ellas. El resto son niñas que acaban de empezar y que tienen que ir creciendo”, afirma.
Paradójicamente el Covid no le ha venido nada mal al club en cuanto a captación de talentos. “Al suspenderse varias modalidades deportivas ha habido bastantes niños que han probado aquí al ser un deporte al aire libre”, señala Curra, que cumple su tercer año consecutivo dirigiendo la cantera de Meira (anteriormente estuvo cinco en Tirán y otros tres en Meira). “Y lo bueno es que quien prueba el remo ya se engancha”, sonríe. Ahora su meta es darle continuidad al grupo de cara al futuro. “La idea es que aprendan ahora para dar el salto a cadetes, destacar en juveniles y entrar con ganas en la categoría absoluta”, resume.
El Club de Mar Bueu, por su parte, ha cerrado un círculo 20 años después del que fue su primer título nacional, precisamente en juvenil masculino en 2001. Dos décadas más tarde repite en la misma categoría de la mano de José Ferral, con los remeros Héctor Aldao, Salvador Castro, Julio Pastoriza y Ángel Moledo, además de Andrés Ríos como patrón.
Ferral apunta que el secreto del éxito reside “en mucho trabajo y exigencia”. Es lo que toca con un grupo heterogéneo con algún remero que ya había participado en el Campeonato de España cuando era alevín, o que incluso contaba con deportistas que habían comenzado su carrera como patrones y ahora son remeros. “Aquí intentamos que los seis chicos que teníamos remasen todos, e incluso hice cambios en el Territorial”, afirma. En el caso del Club de Mar Bueu brillar en juveniles significa tener el pasaporte para dar el salto a la trainera absoluta. “Nosotros siempre contamos con la cantera porque somos un club humilde que no puede traer a gente de fuera. Todos los chicos con los que he trabajado acaban siendo titulares en la trainera”, señala el preparador, que recuerda asimismo que “siempre he llevado a algún juvenil a bordo y este año volveré a hacerlo”.
Muy meritoria fue también la medalla de bronce de Samertolaméu en absoluto masculino con Daniel Folgada, Manuel Caneda, Manuel Gondar, Daniel Fernández y el patrón David Arosa. Los moañeses se quedaron a dos centésimas de Ziérbena en una regata que ganó Santurtzi. “Estamos muy contentos, pero una vez te ves en la pelea te queda el sabor agridulce de que se te escapa la plata por muy poco”, afirma Dani Pérez. Después de la Clasificatoria del sábado “teníamos claro que había que luchar con los gallegos por el bronce, por historial y equipo de Ziérbena y Santurtzi”.
El entrenador moañés destaca que el podio se complementa con un importante refuerzo moral para el grupo. “Es el año que veo disfrutar más al equipo de lo que están consiguiendo cuatro. Aunque es una modalidad muy alejada de la trainera, es el reflejo de un trabajo bien hecho, y creo que a todo les sirve esto”, sentencia.
También la SD Tirán se subió al cajón con las infantiles dirigidas por Rogelio Bermúdez, “O Roxo”, como protagonistas. Area Cancelas, Antía Castro, Sarah Chaves y Ana González, con Sara Pérez como patrona, sumaron un meritorio bronce para un equipo en construcción. “Estoy muy orgulloso de ellas, y creo que nos faltó algo más de conjunción. Dos chicas llevan en el club un par de años, pero otras dos llegaron este año del Vila de Cangas, y esta es también mi primera temporada con ellas. Las remadas eran muy diferentes y hubo que ajustar”, señala el técnico.
La idea de O Roxo durante la campaña fue la de realizar rotaciones al contar con dos equipos. Las excepciones fueron la regata de Tirán y los campeonatos (Territorial, Gallego y Nacional), donde ya apostó por las titulares. “Creo que estuvimos bien. En el Territorial Meira nos ganó por dos segundos, en el Autonómico por 16 centésimas y ahora por segundo y medio. Con tanta igualdad son los pequeños detalles los que deciden”, sentencia. De cara al futuro asume que la situación ideal es la de poder mantener ese grupo de trabajo para seguir puliendo defectos y aspirar a lo más alto. E incluso “que algunas de ellas puedan seguir hasta la trainera, que también sería algo importante”.