Chapela, Lanzarote, Ingenio y Bueu Atlético. El Automanía Luceros afronta el tramo más complicado de la temporada después de encadenar cuatro encuentros sin ganar en los que únicamente ha sumado un punto, el del empate frente al Reconquista. El conjunto que dirige Mingos Da Cunha parece haber entrado en un bache y las perspectivas a corto y medio plazo no son muy esperanzadores, habida cuenta de la entidad de sus próximos rivales. “Estamos bloqueados en ataque, regalamos balones y después dejamos de defender”, resume el técnico, que añora a Ángel Rodríguez. “Él no tenía la varita mágica para ganar partidos, pero sí te daba la pausa en esos momentos”, manifiesta.

La salida pasa por incrementar el trabajo y la mejoría del equipo. “Hay que ponerse las pilas en una serie de cosas que no sabemos hacer”, señala el preparador, que asume que “ahora tenemos cuatro encuentros en los que será complicado puntuar, pero debemos seguir con nuestra evolución”. Da Cunha afirma que “hay que olvidarse del marcador, sin hacer el ridículo, y formar a los chicos para que puedan estar a mejor nivel dentro de un mes”.

Da Cunha sabe que esperan semanas de sufrimiento en la cancha a pesar de que la situación clasificatoria es buena. “Cerramos la primera vuelta con 15 puntos y yo calculaba ente 12 y 16”, señala. El objetivo es conseguir una cosecha digna en la segunda vuelta para una salvación sin apuros, un éxito para una plantilla con muchísima juventud en sus filas.