La plantilla del Frigoríficos del Morrazo regresó ayer al trabajo con la vista puesta en una segunda vuelta de la Liga Sacyr Asobal en la que deberá dar el do de pecho para eludir las cuatro plazas de descenso a División de Honor B. El conjunto cangués vuelve 22 días después de su último partido, ante el Benidorm, y con el horizonte de un mes de febrero en el que encadenará hasta seis encuentros, algunos de ellos ante rivales directísimos en la lucha por conseguir la permanencia en la máxima categoría del balonmano español.
La principal ausencia en los cangueses fue la de su entrenador, Nacho Moyano, concentrado en Rusia con la selección nacional N, en donde ejerce de técnico ayudante de Rodrigo Reñones. El combinado español disputa allí el Torneo de Navidad con encuentros ante Argentina y los anfitriones y Reñones y Moyano suplen a un Jordi Ribera que está con la selección A en los compromisos que esta tiene para la Euro Cup 2022 ante Croacia. De este modo fue Dani Malvido el encargado de recibir a los jugadores azules y de dirigir una primera sesión de entrenamiento con un carácter puramente físico, tanto por programación como por necesidades, toda vez que O Gatañal está en pleno proceso de cambio de su superficie.
Malvido programó una sesión de intensidad baja pero con un volumen alto en el gimnasio del polideportivo cangués. Allí sudaron durante dos horas un plantel de deportistas que demostró que había completado los deberes que tenían para el periodo navideño. “No ha sido una sesión desde cero, sino para dar continuidad a ese trabajo que todos han hecho en casa”, afirma el preparador. Así, los jugadores del Cangas tuvieron 10 días de parón y desconexión total, pero a partir del 28 de diciembre tuvieron que ejercitarse conforme a un programa que les fue enviado. “Básicamente era un trabajo para hacer un mínimo de dos veces por semana”, afirma.
No hubo ausencias significativas en un entrenamiento al que fueron llamados todos los integrantes del primer equipo, incluidos los canteranos Manu Pérez y Ángel Rodríguez, que habitualmente están dentro de la dinámica de Asobal. Brais González, que sufrió la fractura de la cápsula del pulgar de su mano derecha en el entrenamiento previo al duelo ante el Benidorm ya cuenta con el alta médica pero aún no está en condiciones de hacer trabajo de balón, algo que no estaba programado para ayer ni tampoco para la sesión de hoy. Malvido cree que hay tiempo suficiente para poner a punto al equipo en estas cuatro próximas semanas. “El parón navideño se agradece si no tienes a jugadores en las selecciones porque puedes trabajar bien. Y el tiempo es suficiente. Subiremos intensidad de forma progresiva y luego soltaremos para llegar bien”, señala.
Será a partir del lunes cuando Nacho Moyano se reincorpore al equipo y con él lleguen las sesiones de pista con balón. El club sigue gestionando opciones para poder contar con una pista alternativa mientras duren los trabajos en O Gatañal. La empresa procedió ayer a acometer la retirada de las gradas y prevé comenzar el lunes con la instalación de la nueva superficie. El concello se reunirá con ella para perfilar las tareas a fin de que no existan retrasos y el pabellón esté listo para la vuelta de la competición, que en el caso del Cangas será el 3 de febrero a las 20.45 ante el Recoletas Atlético Valladolid. A partir de ahí llega un periplo que medirá a los de Moyano a Bidasoa, Benidorm, Puerto Sagunto, Cisne y Villa de Aranda.
