El Frigoríficos del Morrazo comienza a complicarse la permanencia. Podría resultar prematuro pensarlo pero la dolorosa derrota sufrida ayer ante el Liberbank Sinfín (23-26), un rival directo en la lucha por eludir el descenso, sirvió para destapar nuevamente las miserias de un equipo incapaz de mantener la consistencia. Sucedió ante el Cisne en otro duelo clave y ayer volvió a pasar. La recta final de la primera vuelta, en la que habrá que medirse a Ademar o Barcelona, entre otros, tampoco invita a ser optimista.

Y es que el Cangas recuperó todo el catálogo de errores del pasado en un día marcado en rojo, por el rival, por las bajas que traía y porque los cántabros llegaban tras haber salido hace un par de semanas de un obligado confinamiento. Nada de eso aprovechó un cuadro local que salió tímido, conservador, sin esa voracidad tan necesaria para sobrevivir en la Liga Sacyr Asobal. Lo cierto es que no estuvo del todo mal en defensa, pero en ataque fue otro cantar. Acciones muy planas que facilitaron la labor a los visitantes y que les permitieron dominar el choque (4-6, minuto 13, con tiempo muerto de Moyano).

Javi Díaz y una defensa por momentos sólida le dieron la oportunidad de igualar (7-7, minuto 20) antes de una exclusión de Castro. En principio todo inclinaba la balanza a favor de los de O Morrazo, pero esa superioridad –el equipo sigue sin saber sacar rédito de las exclusiones del rival– se saldó con un 0-2 de parcial que dejó al Sinfín controlar el marcador hasta la recta final del primer tiempo. La ejecución de los lanzamientos locales era nefasta y Elcio Carvalho se encontró con hasta nueve balones en este periodo. Al descanso, 10-12.

Reanudación

El mejor Frigoríficos se vio en el comienzo del segundo tiempo. Los cangueses salieron a por su rival, apretaron dientes en defensa y fueron verticales en ataque. En apenas cinco minutos un 4-0 de parcial y Víctor Montesinos que se veía obligado a solicitar tiempo muerto. Parecía un punto de inflexión, pero lo que resultó ser fue un espejismo. Nacho Vallés volvió a marcar el ritmo que más convenía a los suyos y explotó la conexión con Lon para devolver las tablas (15-15). El intercambio de golpes fue breve, porque los errores volvieron a lastrar al Cangas, que encajó un 0-3 de parcial para encender de nuevo las alarmas (17-19, minuto 46, con tiempo de Moyano).

Ya era tarde para los cangueses. Sin concentración, regalando balones, tan solo los arranques de rabia en defensa le permitían sobrevivir (19-21, minuto 53, con exclusión de Zungri). El Sinfín siguió a lo suyo y encontró a Ramiro en flagrantes errores para ahondar en la herida (21-26, minuto 58). Apatía o impotencia el Cangas era incapaz de volver al partido, al menos para mitigar los daños. Por fortuna Zungri vio la roja y en esos dos últimos minutos el Cangas sí fue capaz de recortar y de evitar que el golaverage sea una losa aún mayor. El Frigoríficos regresa a la zona de descenso, pero, sobre todo, vuelve a dejar enormes dudas ante un rival de su Liga particular.