El desangelado aspecto de parte de la grada de O Gatañal ayer. | // G.N.

Aún quedan dos semanas para ese invento comercial llamado “black friday” o viernes negro, pero el Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro ya vive su particular noviembre negro. Negrísimo por culpa del brote de coronavirus que afectó a la inmensa mayoría de la plantilla. El miércoles sucumbió en Pamplona ante el Helvetia Anaitasuna y ayer le regaló el arranque del partido al Bada Huesca. Los aragoneses aprovecharon la circunstancia y arrollaron al Cangas en un pabellón de O Gatañal que por culpa del Covid-19 tampoco es el habitual “fervedoiro” donde el público ruge y lleva en volandas a los suyos. El resultado final de 22-33 deja al Cangas como el único equipo de la categoría que aún no sabe lo que es ganar.

La puesta en escena del partido volvió a evidenciar que el Frigoríficos se encuentra en un momento similar al de la pretemporada, pero con la diferencia de que estamos en plena campaña. Constantes pérdidas de balón, faltas en ataque, pasos, falta de concentración e intensidad... Toda una galería de errores e imprecisiones en los primeros 20 minutos que prácticamente le pusieron el triunfo en bandeja a un Bada Huesca que se encuentra en un momento radicalmente opuesto. Los de José Francisco Nolasco son de los escasos equipos que no han tenido que parar por culpa del Covid y venían lanzados, con cuatro victorias consecutivas, que con la de ayer ya son cinco. Incluso llegaban más descansados que el Cangas puesto que su partido de entre semana contra Ademar tuvo que ser aplazado.

A las primeras de cambio el electrónico de O Gatañal ya reflejaba un 2-7 que obligaba al entrenador local, Nacho Moyano, a solicitar un tiempo muerto en el minuto ocho. Los cangueses acumulaban ya cuatro pérdidas de balón en menos de diez minutos que facilitaban los contragolpes del Huesca. La ventaja llegó hasta los nueve goles, con un 5-14 en el minuto 23. Y la situación no era peor porque, a pesar de ese resultado, Javi Díaz era el mejor de los cangueses con sus paradas. El rosaleiro tuvo que retirarse precisamente en ese instante por un golpe en la cabeza tras chocar contra el poste en una intervención.

En ese tramo final del primer periodo el Frigoríficos tuvo un amago de reacción, con un parcial de 3-0. La decisión de atacar con siete jugadores, una defensa más intensa en el 6.0 y el acierto de Gerard Forns bajo palos propició que la ventaja se redujese en un visto y no visto a cinco goles (10-15). En otras circunstancias hubiese sido un momento clave, con el público de O Gatañal animando y apretando sin cesar. Pero la pandemia sanitaria ha reducido de momento en aforo del pabellón cangués a un máximo de 60 personas. Y gracias, porque en otras comunidades se juega a puerta cerrada.

Ese intento de reacción se frustró con nuevos errores en los últimos instantes, que permitieron a los oscenses estirarse de nuevo hasta los siete goles al descanso (10-17).

El segundo tiempo fue un querer y no poder para el Frigoríficos. Literalmente. A Nacho Moyano y a los suyos no se les puede reprochar que no lo intentasen todo: atacar con siete, una defensa 5.1 con Danid Fernández de avanzado y luego con Ribeiro y entre medias de nuevo un 6.0, jugar con dos pivotes en ataque...

Los cangueses no fueron capaces de meterse de nuevo en el partido y el Huesca no dejaba de ampliar su ventaja, apoyado por la voracidad y el acierto anotador de sus dos zurdos. Carmona y Álex Marcelo acabaron cada uno con ocho goles y solo un error. Además en el segundo tiempo el portero Arguillas fue por momentos un muro para los cangueses. Así la diferencia llegó a una máxima de doce tantos (18-30, min.52).

El resultado final, 22-33, deja al Frigoríficos con 3 puntos y como único equipo de la categoría que todavía no ha estrenado su casillero de victorias. Ayer el Villa de Aranda consiguió su primer triunfo al derrotar 33-32 al Valladolid y la victoria de Puerto Sagunto ante Anaitasuna tampoco favorece a un Cangas que la próxima semana se tiene que medir en La Rioja al Logroño. Casi nada.

N.Moyano // Ent. Cangas: “Si perdemos que sea porque nos ganan, no por tirar el partido”

Nacho Moyano suele ser claro y autocrítico y ayer no fue una excepción. El técnico reconoce que el equipo está pasando un mal momento “por la mierda del virus”, pero se niega que eso sirva como una excusa para encajar una derrota tan contundente como la de ayer. “Si perdemos el partido que sea porque nos ganan, no porque lo tiremos nosotros durante los primeros 10 o 15 minutos”, afirma. Lamentó que el mal arranque de los suyos ayer, en el que “llegábamos tarde a todas las acciones y fuera de ritmo en ataque y defensa”. Nacho Moyano defiende que “en este momento hay que agarrarse a la pista con todo lo que tenemo” y advierte que “o somos solidarios en ataque y defensa o vamos muy jodidos”. Insiste en que “tenemos que seguir trabajando porque todavía nos quedan muchos rivales directos en este tramo final de la primera vuelta”.