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El lento retorno a la normalidad

Brais y David Iglesias, ejercitándose, ayer, en el gimnasio del pabellón de O Gatañal. | // SANTOS ÁLVAREZ

Con solo cuatro jugadores del primer equipo y otros siete integrantes de la plantilla del Automanía Luceros. Así fue el atípico regreso del Frigoríficos del Morrazo a la normalidad después del episodio de coronavirus que lo ha mantenido alejado de las canchas durante un par de semanas y que todavía tiene confinados a la gran mayoría de sus integrantes. En un gesto que tiene más de simbolismo que de efectividad, Nacho Moyano convocó a todos sus pupilos disponibles a un entrenamiento evidentemente condicionado por la escasa presencia de miembros del equipo de Liga Sacyr Asobal.

De hecho, la idea inicial del preparador madrileño era la de hacer una doble sesión de mañana y tarde, contando con que varios de sus jugadores pudiesen recibir el alta médica e incrementar de forma notable la asistencia. No fue así, y Moyano optó por suspender el entrenamiento matinal para centrarse en una única sesión de tarde para la que también llamó a siete integrantes del Luceros de Primera Nacional.

Así, la sesión consistió en una primera parte de gimnasio, con protagonismo para las pesas, y una segunda de pista, en la que se combinó tanto la preparación física como la técnica y la táctica individual ofensiva. Un trabajo de tecnificación más propio de categorías inferiores o de inicios de pretemporada más que de una temporada en curso de un equipo de Asobal. “La sesión ha sido muy suave y todas las tareas que hemos propuesto han sido única y exclusivamente individuales”, señala Moyano. La ausencia de jugadores del primer equipo hacía que no tuviera excesiva lógica ensayar diferentes acciones, amén de que el estado físico de los jugadores tampoco es el más idóneo después de dos semanas parados. La mejor de las noticias es que ninguno de los presentes acusó el esfuerzo.

La idea de Moyano es mantener una sesión diaria durante toda la semana a la espera de que se puedan incorporar más jugadores. De forma progresiva irá incrementando el nivel de exigencia para poder ganar fondo físico de cara a retomar la competición en cuanto se den las condiciones para ello. En este sentido, el club continúa a la espera de la decisión que pueda adoptar el Comité Nacional de Competición de la Real Federación Española de Balonmano sobre el encuentro entre el Frigoríficos y el Puerto Sagunto programado para este sábado, y que el club cangués ha solicitado aplazar. La situación no permitirá al Cangas reunir a los suficientes jugadores como para poder competir.

El problema podría venir después a la hora de reubicar ese choque, ya que no quedan demasiadas fechas libres. El Cangas tendría libres los miércoles 18 y 25 de noviembre, pero el Puerto Sagunto las tiene ya ocupadas ante Granollers y Cuenca. Y aún debe buscar fecha para sus duelos frente al Villa de Aranda y el Bada Huesca.

El Sergas retrasa el alta de varios jugadores

El Servicio Galego de Saúde ha retrasado el alta de varios jugadores de la primera plantilla del Balonmán Cangas una vez se han conocido los primeros resultados de las PCR que se les practicaron el viernes y el sábado a quienes habían dado positivo hace un par de semanas. Aunque el protocolo marca que los positivos reciben automáticamente el alta tras haber guardado un mínimo de diez días de cuarentena si en los últimos tres no han tenido síntomas, el Sergas decidió realizar una segunda prueba, algo que había solicitado en su momento el club. Con los resultados ya en la mano a seis jugadores se les ha comunicado que no han dado positivo y que la carga viral que poseen es muy reducida, pero desde Prevención se les ha instado a no incorporarse ni a sus trabajos ni a los entrenamientos por el momento. En cambio sí se les permite hacer una vida relativamente normal, e incluso salir a hacer la compra. Según apuntan desde el club, por las informaciones que manejan, estos casos podrían recibir el alta a finales de semana. En cambio hay cuatro jugadores que siguen con la obligatoriedad de guardar cuarentena y permanecen confinados en sus respectivos domicilios. Todos ellos dieron positivo en la segunda prueba PCR que se les realizó en diferentes momentos. Dos fueron falsos negativos, ya que en el primer test dieron negativo y en el segundo se comprobó que tenían carga vírica, por lo que se les incrementó el tiempo de confinamiento. Ahora quedan otras cuatro personas, entre jugadores y cuerpo técnico del primer equipo, que están pendientes de recibir sus resultados, algo que debería suceder en las próximas horas. En idéntica situación también hay algún jugador del filial.

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