La fe, esa que mueve montañas, permitió al Frigoríficos del Morrazo rescatar un punto ante el Ángel Ximénez Puente Genil (25-25) en un encuentro que los de Nacho Moyano llegaron a tener muy cuesta arriba y que también estuvo marcado por la nefasta actuación arbitral. La escuadra canguesa, sin protagonizar un choque especialmente brillante, supo dar la cara en todo momento a pesar de manejarse siempre en desventaja. De hecho, la única vez que los de O Morrazo se pusieron por delante fue en el minuto 58, con el 25-24 que permitía pensar en el milagro de la victoria. Un criterio desigual en el apercibimiento de pasivo, un penalti transformado por Javi García, y una última acción de Dani Fernández que no mereció idéntica sanción de siete metros a juicio de los colegiados acabaron decidiendo la igualada.

El choque comenzó con ritmo y con el acierto de ambos equipos en el lanzamiento. El Cangas mantuvo el tipo gracias a su tiro exterior (4-4) pero un par de errores y el particular criterio arbitral a la hora de decidir las faltas en ataque -hasta ocho pitaron en contra al Cangas en todo el partido- permitió a los de Paco Bustos romper la igualdad (4-7, minuto 13, con tiempo muerto de Moyano). Con la conexión Juan Castro-Javi García controlada, fue el lateral Estepa el que asumió galones y castigó a la defensa local. Moyano movió entonces piezas y la entrada de Ribeiro y Martín les dio mayor agresividad a los suyos, que recortaron diferencias (8-9), obligando al técnico visitante a solicitar tiempo muerto (minuto 20).

Curiosamente el tiempo reavivó, más que a los andaluces, a los árbitros. Un gol de Joao Silva en clamorosa falta en ataque, una acción de Santi López en la que se pita nada y una falta de ataque sancionada a un Alberto Martín a quien habían tirado al suelo volvieron a dar alas al Puente Genil, que no perdonó (8-13, minuto 25, con nuevo tiempo de Moyano). Fue entonces cuando el técnico madrileño apostó por atacar con siete jugadores de campo, desguarneciendo la portería. El Frigoríficos recortó (10-13) pero Marcio Da Silva anotó desde el pivote y Cerqueira se llevaba una duda exclusión. Con 10-14 se llegaba al descanso.

En la reanudación el Cangas trató de meter un punto más de energía a sus acciones y comenzó a moverse en desventajas de dos goles. Los visitantes encontraron entonces desahogo en los lanzamientos del zurdo Mollino. El Cangas, que cometió el error de abrir poco el campo, encontró a Dani Fernández, un diamante en bruto del que no puede desconectar durante largas fases de los encuentros. La segunda exclusión de Marcio Da Silva apretó aún más el electrónico (17-18, minuto 40). El Puente Genil interpretó mejor el guión arbitral, en el que cada contacto era sancionado con falta en ataque y se embolsó dos más para su cosecha. En ataque no perdonaba y encendía de nuevo las alarmas (17-21, minuto 46).

Moyano apostó entonces por un 5.1 con Ribeiro de avanzado y por atacar nuevamente con siete jugadores. Y el partido comenzó a inclinarse del lado cangués. Primero empató Rubén (23-23) y posteriormente Cerqueira, tras recoger un rechace, ponía a los suyos por vez primera por delante. El Cangas recuperó balón y en apenas 20 segundos ya estaba apercibido de pasivo. Erró su tiro forzado y el Puente Genil dispuso de 47 segundos para atacar, sin que sus acciones mereciesen idéntico trato. Castro forzó el penalti y Javi García anotó el 25-25 que sería definitivo.