El Frigoríficos del Morrazo se estrenó con derrota ante el Bidasoa (22-35) en la Liga Sacyr Asobal del coronavirus. Seis meses más tarde el conjunto cangués volvió a disputar un partido en un pabellón de O Gatañal con aforo restringido a 300 localidades. Suficientes para que el público diese calor a los suyos pero no para poder doblegar a un cuadro irundarra que disputará Champions este año y que hoy por hoy está bastante lejos del Cangas.

El arranque del duelo, no obstante, fue más que esperanzador para las huestes de Nacho Moyano. Con una puesta en escena sólida en defensa y una clara apuesta por la velocidad en las transiciones los cangueses golpearon primero a un rival que sobrevivió en estos minutos iniciales gracias al poderoso brazo del zurdo Bartok.

El duelo tenía ritmo, pero se torció de forma casual, con una discutida exclusión a Baptista (en una acción que se podía haber saldado perfectamente con amarilla) que situó a los visitantes en 5.1. Jacobo Cuétara decidió mantener este sistema defensivo tras recuperar la igualdad numérica y ese fue el principio del fin del Cangas. A los locales les falló la dirección de juego y fueron acumulando errores, muchos de ellos infantiles, que el Bidasoa castigaba de forma implacable con contragolpes finalizados en su mayoría por Odriozola. Tampoco ayudó el hecho de que la portería únicamente aportase una parada en los 18 primeros minutos.

Moyano reaccionó tras un 1-4 de parcial (6-8, minuto 11) y el Frigoríficos mantuvo el tipo algunos minutos más (9-11, minuto 17). Pero entonces el Bidasoa encontró otra vía de agua en la defensa morracense, la conexión con Íker Serrano en la línea de seis metros. El pivote visitante hizo daño y si a eso se le unen un par de intervenciones de Sierra el resultado no fue otro que el de un nuevo parcial de 1-7 (10-18, minuto 26) que prácticamente sentenciaba el choque. La recta final del primer periodo sirvió para que los cangueses recortasen diferencias, gracias a un gol con cierta fortuna de Gayo sobre la bocina.

En la reanudación el Cangas arriesgó metiendo una velocidad más al choque. Pero entonces se estrelló con Xoán Ledo. El meta lalinense amargó a los lanzadores locales y volvió a disparar a los suyos en el electrónico (14-23, minuto 33). El Cangas siguió percutiendo pero el nivel defensivo visitante era alto, y cuando se concedía algún disparo ahí estaba Ledo para abortarlo. Los locales se pusieron a seis (20-26, minuto 41) pero ahí se acabaron sus opciones. Los irundarras se anotaron otro parcial (0-5) y agoraron las opciones de un equipo que ya comenzaba a pensar en el derbi del sábado ante el Cisne, este sí muy importante en la carrera por la permanencia.