Más allá de los Pirineos, mucho más altos, largos y peligrosos, aparecen los Alpes, en la tercera semana de carrera. Los ciclistas del Movistar los conocen bien porque se aislaron en Courchevel para crear su propia burbuja y de paso conocer las cumbres de esta edición, sin cimas famosas en ninguna de las dos grandes cordilleras, si se exceptúan el Peyresourde y la Madelaine. Por eso, bien se podría decir que ellos están en la fase uno de la disputa del Tour. Saben que aspirar a la victoria es muy complicado porque Enric Mas aún está muy verde para verse de amarillo, Marc Soler ha llegado sin gas en las piernas y Valverde, con 40 años, ya no busca objetivos en la carrera, sino sorprender en una fuga.