- En 24 años de presidente, ¿de qué se siente más orgulloso?

- De haber tenido siempre gente que me ayudase. Aunque soy muy rígido y recto ha habido socios a mi lado, y eso significa que a la gente le gusta que las cosas se hagan con seriedad. Soy exigente aunque la gente haga las cosas de forma altruista y sin ellos no habría podido estar aquí tanto tiempo.

- ¿Y en el apartado deportivo, económico o organizativo?

- Cuando llegué el club estaba en O Morrazo y Massó. Firmamos un convenio de cesión de O Morrazo con el Concello que nos permitió tener hierba sintética y a partir de ahí hemos jugado cuatro fases de ascenso y subido al equipo juvenil a División de Honor B. Ha sido importantísimo para el crecimiento del club, pero no es suficiente.

- ¿Por qué no?

- Este club necesita otro campo entrenamiento por el volumen de gente que movemos. El equipo juvenil comparte campo con el de Tercera, los cadetes a veces entrenan en cuarto de campo. Tienen un mérito superlativo. El Concello tiene que hacer un campo porque si no el club no podrá afrontar retos como crear una sección femenina desde categorías inferiores o un equipo alevín de fútbol 11. Esto es un déficit no del club, sino del pueblo de Cangas. Pero además hay otras cosas.

- ¿Por ejemplo?

- Hemos mejorado el club con un coordinador, servicio de fisioterapia, delegados en cada equipo, la nueva grada... Y las fases de ascenso, todas ellas, aunque quizás la primera fue más especial porque 16 de los 20 futbolistas de aquella plantilla, los entrenadores, el fisio y el preparador físico, eran de O Morrazo.

- ¿Y qué espinita le queda en todo este tiempo al frente de la entidad?

- Meter al equipo en Segunda B. Esa es la espinita. Creo que si alguna vez lo hubiésemos conseguido, las instalaciones que tendríamos serían diferentes, mejores, porque cuando tienes éxitos deportivos consigues las cosas con mayor facilidad. Creo sinceramente que Cangas podría mantener a ese equipo en Segunda División B y eso sería bueno para el pueblo en riqueza económica y vida. Y creo que este puede ser un buen año para intentarlo, igual existen posibilidades de meter la cabeza arriba.