Javi Díaz vestirá una temporada más la camiseta del Frigoríficos del Morrazo. El jugador rosaleiro, que tenía previsto poner fin a su carrera deportiva en la élite la pasada temporada, ha reconsiderado su decisión y ha renovado por un Cangas en el que cumplirá su tercera campaña, protagonizando una de las noticias más esperadas en la entidad canguesa. A sus 45 años de edad y con una trayectoria que le ha llevado a estar 28 de ellos en la élite (uno en Primera Nacional, siete en División de Honor Plata y 20 en ASobal) Díaz seguirá engrosando su palmarés y dando lustre a su idilio con el balonmano.
"No podemos estar más contentos. Es uno de los referentes y de las piezas más importantes de este equipo, ya no por todo lo que aporta sino por ser un símbolo", señala el director deportivo del Frigoríficos, Óscar Fernández, que se alegra del cambio de opinión del rosaleiro y que desea que "este no sea el último año".
Eso será bastante más complicado, porque la intención de Javi Díaz es, esta vez sí, retirarse del balonmano de primer nivel al acabar la próxima temporada. "Será la última, por lo menos a este nivel. Otra cosa es que pueda matar el gusanillo en Primera Nacional. Aunque la idea es una y luego...", ríe. Lo cierto es que en noviembre el portero de O Rosal ya había comunicado al club su decisión de dejarlo, a fin de que el club tuviese tiempo suficiente para buscar un sustituto. "Pero sinceramente creo que no me hicieron ningún caso", señala entre risas. "Lo tenía muy claro porque entre atender al niño, los viajes, entrenamientos, partidos... Se me hacía muy cuesta arriba y estaba destrozado", afirma.
Pero más adelante estalló la pandemia del coronavirus y le dio una vuelta a todo lo que tenía previsto. "El bicho lo cambió todo", dice. Las perspectivas laborales que tenía se torcieron "y como físicamente me encuentro bien, ¿ por qué no seguir?". En su momento, además, "Camiña me dijo que estuviera tranquilo y que ta hablaríamos". Además, la pandemia del Covid-19 también le hubiese privado de la posibilidad de despedirse sobre la pista. Después de 28 años en la élite, y de haber vestido la camiseta de Academia Octavio (en dos etapas), Teucro, Chapela, Villa de Aranda, Atlético Valladolid, Cantabria y ahora Cangas, hubiese sido cuando menos injusto. "Me habría fastidiado mucho acabar así. Ha sido una situación especial y todo habría sido muy raro", afirma.
De cara a la próxima temporada las incógnitas son muchas, pero él tiene al menos muy claro cuál debe ser el modelo de competición. "Lo más sensato es que haya una Liga regular", subraya. En lo demás lo que más le preocupa es el hecho de tener que jugar sin público."Cualquier deporte sin público es mucho peor, pero en el balonmano,y más aún en O Gatañal, cambia muchísimo. Y no será lo mismo jugar con el pabellón lleno, que con aforo limitado o sin gente", dice. Ahí podría jugar un papel importante el calendario, "porque a lo mejor los primeros partidos serán sin público y luego sí que podría haberlo, a lo mejor en la segunda vuelta. Son muchas incógnitas", sentencia.
