Alen Muratovic llegó al Cangas en la temporada 2003/04, cuando el entrenador era Alejandro López. Aquella primera experiencia duró dos temporadas y culminó con la clasificación para jugar una competición europea por primera vez en la historia del Frigoríficos del Morrazo. De Cangas pasó a Valladolid, donde jugó tres campañas, y luego el salto a la potente Budesliga, donde una lesión interrumpió su carrera. En la temporada 2013/14 regresó a las canchas para volver a enfundarse la camiseta azul del Frigoríficos del Morrazo. "Con la del próximo año van a ser diez temporadas con el Cangas y un total de trece en Asobal. También estoy cerca de algunos récords personales que me hace ilusión, como superar los 350 encuentros y superar los 1.500 goles", cuenta.

Durante la campaña 2018/19 ya alcanzó los 1.400 tantos y los 300 partidos en la máxima cantegoría del balonmano español, por lo que batir esos registros parece que está al alcance de la mano.

El montenegrino insiste en que si ha decidido seguir es porque está convencido de que "puedo seguir aportando y ayudando al equipo, si no fuese así yo sería el primero en decir que no seguiría".

"Para nosotros no es solo lo que aporta al juego del Balonmán Cangas, sino todo lo que representa para el club", afirman a su vez desde la dirección del Frigoríficos del Morrazo para celebrar la continuidad de uno de sus grandes referentes, tanto dentro como fuera de la pista.