"Vamos a malacabar una temporada y a malempezar la próxima". Así resumen desde la directiva del Alondras la propuesta para dar por concluida la liga regular en Segunda B y en Tercera División, jugando únicamente en junio una serie de "play offs" de ascenso por una vía exprés y sin descensos. El club cangués reconoce que la decisión de dar por acabada la temporada le beneficia a nivel clasificatorio porque permite cumplir el objetivo de la permanencia en una temporada que se consideraba de transición, después de dos años jugando la fase de ascenso. Pero también cree que tal como se está planteando abre un escenario de gran inseguridad jurídica. "Quien dice que alguno de los equipos que ahora mismo están fuera de los puestos de promoción, pero que estén muy cerca, no van a recurrir judicialmente. Esto significa cambiar las reglas en mitad del partido", argumenta el presidente alondrista, Luis Guimeráns.
La posición del club de O Morrazo en las reuniones celebradas entre equipos y la federación fue muy clara, una especie de borrón y cuenta nueva: dar carpetazo a la liga 2019/20 sin ascensos ni descensos, pero al mismo tiempo buscar una fórmula para dar valor a los resultados alcanzados este año. Una de las alternativas que proponía era sumar al final de la próxima temporada los puntos cosechados durante las 27 jornadas de la actual.
Desde el Alondras creen que sobre el sistema propuesto para concluir la temporada se ciernen muchas dudas. La primera es cuándo realmente se podrá volver a practicar deportes de contacto físico, algo que no depende de las federaciones, sino de lo que decidan las autoridades sanitarias en función de la evolución del Covid-19. "Si la primera ronda de esa fase de ascenso se quiere jugar el 7 de junio significa que a mediados de mayo los jugadores tienen que empezar a entrenar", avanza. El sistema pactado también implica que la promoción tiene que estar concluida antes de finalizar junio, lo que es una manera de reconocer la imposibilidad de jugar más allá del 30 de junio debido a las licencias federativas y mutualidades, tal como había advertido el club rojiblanco.
La incertidumbre se extiende también a cómo será la temporada 2020/21. Está claro que no habrá descensos de Tercera a Preferente, pero sí que se prevé que haya ascensos desde la Preferente. En concreto se plantea que suban directamente los dos primeros suban directamente. Eso significaría que la Tercera el próximo año tendría más de 20 equipos. Si ninguno de los cuatro que jueguen la fase de ascenso a Segunda B logra su objetivo serían al menos 24. Hay que contar también con el Estudiantil, de A Estrada, que después de una sentencia judicial jugará en la Tercera después de un recurso por una alineación indebida del Arzúa en la temporada 2016/17. El número de contendientes podría llegar hasta los 25, por lo que ya se piensa en formar dos grupos. "Al final malacabamos una temporada y malempezamos la siguiente. Deberíamos centrarnos en preparar la liga 2020/21 con todas las garantías porque en estos momentos no está claro cuándo podrá arrancar la liga. A lo mejor no empieza hasta octubre o noviembre", desliza Luis Guimeráns.
Cuando la competición se interrumpió en Tercera División a mediados de marzo el Alondras ocupaba la decimosexta posición con 32 puntos, la que delimita la frontera entre la salvación y el descenso. "Está claro que clasificatoriamente la decisión nos beneficia. Pero también hay que recordar que teníamos cuatro puntos de ventaja sobre el As Pontes [decimoséptimo con 28 puntos] y estabamos a solo tres del noveno [el Arenteiro, con 35]", subraya el presidente rojiblanco, Luis Guimeráns.
Los más beneficiados con esta decisión son los cuatro conjuntos que jugarían la fase de ascenso, que serían el Compostela, Ourense C.F., Arosa y Barco, y los cuatro que se salvarían de la quema del descenso, que además del As Pontes serían el Bouzas, Pontellas y Paiosaco.
