En plena incertidumbre por el desarrollo y las consecuencias de la pandemia del COVID-19, y con la reanudación de la Liga Asobal en el aire, el Frigoríficos del Morrazo también tiene una pequeña parcela de tranquilidad en lo que se refiere a la configuración de su plantilla. Al contrario de otros equipos, que presentan bastantes dudas de cara a la próxima temporada, el club cangués tiene los deberes, si no hechos, sí muy bien encarrilados, gracias a una planificación que no diferiría en exceso estando en Asobal o en la División de Honor Plata. Y es que la entidad que preside Manuel Camiña se ha asegurado su futuro próximo con seis jugadores que tienen contrato en vigor y dos más que cuentan con una temporada opcional si el equipo permanece en la máxima categoría del balonmano español. A ellos hay que unir otro amplio grupo de elementos con una vinculación con el club que va más allá de cualquier documento escrito.
Siguiendo la filosofía que en los últimos años le ha hecho apostar por los jóvenes valores de la cantera gallega, el Cangas dio un paso firme el pasado verano con la llegada de jugadores como los laterales Brais González y Martín Gayo y el extremo Carlos Vilanova, en una inversión de presente, pero, sobre todo, de futuro. Los tres firmaron un acuerdo idéntico por dos temporadas con opción a una tercera. Vilanova, el más veterano de ellos con solo 21 años, ha jugado asiduamente con el primer equipo, mientras que las apariciones de sus otros dos compañeros -que llegaron a Cangas con apenas 18 años- han sido más intermitentes, pero con el valor de haber debutado en la máxima categoría a pesar de su juventud.
También el club de O Morrazo lanzó sus redes para conseguir mayor estabilidad en la portería para conseguir un segundo meta de garantías. Aquí lanzó sus redes sobre Gerard Forns, canterano de Granollers y Barcelona con amplia experiencia en División de Honor Plata, y al que ató por dos campañas.
Paralelamente, la entidad canguesa amarró con contratos de dos años a dos de sus jugadores más prometedores, el lateral buenense David Iglesias y el pivote Pablo Castro.
Además de los seis jugadores con contrato en vigor, otros dos tienen firmado un año más opcional, condicionado a seguir compitiendo en la Asobal. Son el pivote Juan Quintas y el lateral luso Rubén Ribeiro. En caso de un posible descenso habría que negociar con ellos para ver si les interesaría continuar en la escuadra de O Morrazo en la B.
El club cuenta, además, con varios jugadores de la casa con quienes no debería haber demasiado problema en conseguir su continuidad. Hombres como Rubén Soliño, Moisés Simes o Adrián Menduiña renuevan año a año sin excesivo problema, formando parte de ese bloque habitual del Cangas. Restaría por ver el caso particular de tres de los extranjeros del equipo. Filip Vujovic, tras cuatro campañas en O Gatañal, ya es un cangués más. Aunque llegó como central, pronto se adaptó a la posición de extremo, desde la cual incluso ha llegado a ser internacional con su país. Con Mihajlo Mitic el Frigoríficos hizo otra apuesta por un jugador joven, que no hizo un buen primer año y presenta altibajos, pero que muestra un potencial que al club le gustaría aprovechar. Y Kuran estaba en su mejor momento antes del parón aunque su adaptación al equipo ha sido bastante complicada.
En el banquillo Nacho Moyano también cuenta con una temporada más firmada en otra apuesta por la juventud en los banquillos, de cara a un proyecto de futuro para ir puliendo a los jóvenes valores del equipo. El técnico madrileño tiene también la oportunidad de foguearse en equipos sénior tras una larga y exitosa trayectoria en categorías inferiores.
