- Acaba de recibir en estos días el premio al mejor entrenador de Portugal en la Gala del Deporte, ganando entre otros a Renato Garrido, campeón del Mundo de hockey a patines. ¿Es un reconocimiento para todo el balonmano?

- Cuando uno gana un premio individual en un deporte colectivo es que detrás hay mucha gente implicada. Hemos tenido el staff técnico más amplio de siempre, con mucha gente que me ha ayudado, y basta un ejemplo. Antes ni siquiera teníamos un preparador físico, y ahora sí.

- No pierde el contacto con el Cangas, club en el que estuvo durante temporada y media.

- No, y siempre llevaré a Cangas en mi corazón. Es una villa de balonmano, que siempre deja huella a toda la gente que pasa por allí.

- Rubén Ribeiro ha llegado por recomendación suya...

- Sí, le expliqué cómo era el club y que para él sería una buena apuesta. Es un buen defensor y en ataque podrá tener más minutos.

- ¿Aportará al Cangas?

- Ojalá que sí, defensivamente lo va a hacer desde el primer día y en ataque espero que cuente con confianza, porque es un jugador que da todo lo que tiene.

- ¿Y al Cangas cómo lo ve en su lucha por evitar el descenso?

- Es el sino del Cangas, un club de sufrimiento, que no pelea con las mismas condiciones económicas que el resto y que por eso la gente intenta tirar del club de la mejor manera posible.