El duelo con el que el Alondras cerrará la primera vuelta de la competición servirá también para definir su futuro más inmediato. El conjunto cangués se enfrenta este sábado (16.30 horas, campo de O Morrazo) al Somozas en un choque trascendental, toda vez que solo tres puntos separan a ambos equipos, y el visitante es el que marca el descenso en este momento. "Es un duelo en el que no debemos fallar si no queremos tener problemas, esa es la realidad. Aún estamos en la primera vuelta, pero todo lo que no sea ganar sería complicarnos", admite el entrenador de los morracenses, Pereira.
Y es que las últimas cinco semanas del campeonato no han sido nada propicias para los intereses rojiblancos, con cuatro derrotas, tres de ellas de forma consecutiva. Los cangueses han pasado de comandar el grupo perseguidor de los seis primeros a caer a la decimotercera plaza y a mantener un exiguo colchón sobre las plazas de descenso, una zona que se quiere tener lejos en una campaña de transición. La derrota frente al Arenteiro ha dolido tanto por sus consecuencias como por la forma en que se produjo, y es necesaria una reacción.
Pereira tiene claro que el sábado "el partido va a ser lo que nosotros queramos que sea. A veces competimos muy bien y otras desaparecemos por completo de los encuentros". Hay varios ejemplos en esta temporada en los que un gol significa derribar el castillo de naipes alondrista. "Es algo que no podemos permitir. Incluso en O Carballiño recibimos su gol en el 45 y en la segunda parte pudo marcar Iván en dos ocasiones, pero ya no creíamos en la remontada y así no se puede", afirma.
La regularidad ha faltado a lo largo de toda la temporada en un equipo que continúa estando en construcción, cambiando piezas y buscando alguna más para completar el puzle. Tras un arranque durísimo por el calendario y por el hecho de no haber dispuesto de toda la plantilla el cuadro alondrista pareció enderezar el rumbo, pero su mejor racha de siete encuentros sin conocer la derrota se vio empañada por la acumulación de empates y la escasez de victorias. "Hemos cedido muchos puntos al final en partidos en casa, como pasó ante el Paiosaco o el As Pontes. Con tres o cuatro puntos más estaríamos mucho más tranquilos, pero la realidad es esta", señala el técnico, que subraya que "hay que pelear. No nos queda otra".
El técnico tendrá las bajas seguras del lesionado Pardavila y de Abel, este por acumulación de amonestaciones, por lo que solo deberá realizar un descarte. Por contra, ya están disponibles Mauro tras haber cumplido castigo por tarjetas y Álex, que regresa tras haber sido baja ante el Arenteiro por motivos personales.
