Rubén Sotelo no pudo tener un mejor debut como entrenador del CD Moaña. Con apenas tres entrenamientos consiguió que su equipo anulase al líder, el Atios, y debutar con una victoria por la mínima el domingo en O Casal. El técnico moañés señala que la clave de esta sorpresa estuvo en la "solidez defensiva y el compromiso de los jugadores. Tuvimos las cosas muy claras en cada momento del partido", apunta.

Reconoce que el Atios "jugó un gran partido porque tiene un plantilla muy buena" pero señala que les salió el encuentro ensayado entre semana. Es más, ganaron por 1-0 pese a la expulsión de Cidrás en el minuto 90 y cuando el colegiado descontó 9 minutos. "Cuando Curri marcó el gol, en el minuto 77, creo que el Atios se precipitó y apostó por un juego muy directo. Eso nos benefició porque estábamos defensivamente muy bien y desbaratamos sus ocasiones", relata.

Las múltiples bajas que está sufriendo el Moaña esta temporada hicieron que Sotelo convocase a tres jugadores juveniles. El portero suplente, Iker, no jugó, pero el lateral Andrés disputó todo el partido y el mediocentro Nico debutó con la primera plantilla saltando al campo en los últimos minutos del encuentro.

Pese a saborear la victoria, el nuevo míster piensa ya en el encuentro de esta semana en Portonovo. "Le doy más valor a ese choque, porque ganando dejaríamos a 16 puntos al equipo que marca el descenso con los arrastres previstos". Y es que Sotelo entiende que serán necesarios 50 puntos para salvar la categoría esta temporada.

El de Portonovo será el último choque antes del parón navideño, que el míster aprovechará para recuperar a jugadores lesionados "y para trabajar más en la idea de juego" de cara a la segunda parte del campeonato liguero.