El Frigoríficos del Morrazo cerró la primera vuelta del campeonato con una derrota ante el Atlético Valladolid (29-24) que lo aboca a continuar en las posiciones de descenso, pero a cuatro puntos de la salvación tras los resultados de algunos de sus rivales más directos. La escuadra que dirige Nacho Moyano ofreció una mejor imagen a domicilio y compitió durante muchos minutos, pero su inconsistencia en algunos tramos de partido acabaron por condenarlo. Los cangueses todavía no han sido capaces de puntuar lejos de O Gatañal.

El choque arrancó bien para los intereses del Cangas, que incluso era capaz de moverse por delante en el marcador (4-5, 5-6, minuto 19). El choque venía muy marcado por el predominio de las defensas, y por la actuación bajo palos tanto de Javi Díaz como de su homólogo en la portería local, César Pérez. La igualdad seguía imperando en el marcador (8-8, minuto 25), pero al conjunto morracense le volvió a pasar factura la recta final del primer tiempo. Ahí el equipo vallisoletano apretó el acelerador y anotó un parcial de 4-1 para irse a vestuarios con su máxima renta hasta el momento (12-9).

En la reanudación los de Óscar Ollero estiraron la diferencia hasta los cuatro tantos (13-9), con el Cangas remando contracorriente y recortando para ponerse a dos y tres goles. Dos acciones consecutivas de Rubén permitían apretar aún más el electrónico (17-16, minuto 42) pero eso pareció espolear a los locales, que aprovecharon los errores de su rival para, en un visto y no visto, ponerse de nuevo cuatro arriba (20-16, minuto 44, con tiempo de Nacho Moyano). De poco sirvió, porque el partido ya era de color local (23-17, minuto 49, con nuevo tiempo del técnico visitante). No hubo reacción y el Atlético Valladolid gestionó sus rentas en diez minutos que para poco sirvieron. Los locales respiran con este triunfo y el Cangas se complica un poco más su existencia en la Asobal.