Dos derrotas, a cada cual más dolorosa, en las últimas dos temporadas, convierten al Balonmano Benidorm en una suerte de moderna bestia negra para el Frigoríficos del Morrazo. El conjunto cangués afrontará el duelo de este sábado ante los levantinos con la necesidad de los puntos para abandonar los puestos de descenso de la Liga Asobal, pero también con espíritu de revancha por lo sucedido en sus dos enfrentamientos más recientes en cancha morracense. Los visitantes se llevaron sendos triunfos por la mínima tras haber firmado remontadas en los instantes finales de ambos encuentros.
Ninguno de los protagonistas de esos duelos estará en los banquillos el sábado. En el estreno de Magí Serra en el banquillo cangués Zupo Equisoáin se llevó el gato al agua. Fue en el primer partido de la segunda vuelta en la campaña 2017-2018, en un duelo serio de los gallegos, que llegaron al descanso con ventaja (13-11) y que disfrutaron poco después de su máxima renta (15-11, minuto 33). Los visitantes fueron remontando poco a poco hasta ponerse por delante con el 19-20 (minuto 50). El Cangas apuró sus opciones pero se quedó a las puertas y cayó 22-23.
En la pasada temporada la historia se repitió, aunque con un desenlace mucho más cruel. Después de llevar el duelo controlado el Frigoríficos entró en la recta final por delante (20-19, minuto 55) antes de sufrir varias acciones muy protestadas. Del 21-20 se pasó al 21-21 a falta de 30 segundos. El Cangas tuvo un ataque para ganar, pero a Rubén se le cayó el balón de las manos y Simonet pudo anotar el definitivo 21-22 en un contragolpe sobre la bocina.
Ni Nacho Moyano ni Fernando Latorre (sustituto de Zupo) vivieron esos duelos y ahora imponen estilos diferentes en sus respectivas escuadras. "Con él en el banquillo han cambiado mucho", advierte Moyano de su rival. "En defensa es uno de los equipos que hace cosas diferentes, con un 6.0 muy abierto, con espacios, e incluso con un 5.1. Es algo atípico en Asobal", afirma. Grau y Oliver ejercen como centrales de ese 6.0, y cuando Latorre opta por el avanzado el elegido es Folqués, "un jugador grande, de mucha envergadura, que ocupa mucho en la zona central", revela Moyano.
Ofensivamente el técnico del Cangas destaca "la conexión Simonet-Pabán. Pabán ejecuta, pero el 90 por ciento de sus acciones vienen generadas por Simonet. Hay que controlarlo". Pero hay un tercer elemento en la ecuación, el argentino Parker, al que Nacho Moyano describe como "un lateral muy completo, es un ocho en todo". Donde ha perdido el equipo levantino es en el pivote. Con la lesión de Porras son Lorasque y Oliver los que se reparten esa función en seis metros, más orientada a buscar los bloqueos.
Sin embargo, el peligro del Benidorm radica en que pueda imponer su ritmo. "No es un equipo que corra especialmente. Lo hacen en primera oleada si recuperan balones o lo hace Simonet pero más por acciones de juego que por tener una idea determinada", explica Moyano, preocupado por "no entrar en su estilo. Nos pasó contra el Puerto Sagunto, que caímos en la trampa. Hay que salir de lo que nos propongan porque si no sufriremos seguro".
