Aunque la base del trabajo físico es común a todos los integrantes de la plantilla del Frigoríficos del Morrazo, Dani Malvido apunta que existen matices en función de las posiciones que los jugadores ocupan en la pista. "Con primeras líneas y pivotes trabajamos algunas cuestiones específicas y con extremos y porteros otras, al ser deportistas con un perfil más explosivo", afirma el preparador cangués. Si hay problemas físicos también se varía el plan.

Malvido apunta que con los jóvenes se encontró un problema a principios de temporada. "Apenas habían hecho pesas, así que hubo que elaborar un plan específico para cada uno de ellos, Las mejoras han sido enormes porque partíamos de un nivel muy bajo", afirma. En cuanto a los veteranos, no hay trabajo especial que valga, "porque jugadores como Muratovic o Doder son unas auténticas bestias", sentencia.