"La Copa del Rey es un torneo bonito para los jugadores que no tienen tantos minutos, pero tiene el mismo recorrido que los jugadores quieren que tenga". Así de contundente se expresa el entrenador del Frigoríficos del Morrazo, Nacho Moyano, tras la eliminación de su equipo a manos del Unió Esportiva Sarriá de División de Honor Plata. Y es que el enfado del preparador madrileño es evidente por el rendimiento ofrecido por los suyos en cancha catalana. "Aquí gana el que tiene más fe. Ellos la tuvieron durante todo el encuentro y nosotros solamente durante unos 15-20 minutos. Nos dejamos ir", admite.
Especialmente doloroso fue el final, con un parcial de 6-0 encajado cuando el Cangas iba tres goles arriba. "Ellos arriesgaron con la defensa y les salió bien, porque nosotros no encontramos a alguien que asumiese galones, que cogiese el toro por los cuernos", relata el preparador, que añade que "no sabría justificar qué es lo que pasó. Estuvimos inoperantes siete minutos y acabamos recibiendo un parcial de 6-0".
El desenlace se produjo justo después de que el cuadro de O Morrazo lograse levantar una desventaja que llegó a ser de hasta cinco goles con un parcial de 3-11. "Tuvimos 20-25 minutos buenos, aunque sin hacer ninguna maravilla. Simplemente defendimos muy bien, al estilo de lo que hicimos el sábado ante el Nava, y corrimos, algo que no habíamos hecho en el resto del partido", manifiesta. Pero también apunta que "no fue suficiente. En este tipo de partidos gana el que tiene mayor fe y no fuimos nosotros".
Moyano cree que en Sarriá de Ter se conjugaron varios aspectos. "Influye todo, como el hecho de levantarnos a las tres de la mañana y aunque descansamos en Barcelona antes de comer no es lo mismo. La cabeza no está al cien por cien", afirma. También cree que "no ayudan los mensajes que envía el entrenador con la convocatoria, porque no entienden que es una competición que había que aprovechar para tener los minutos que en Liga no estaban teniendo".
Sin la distracción de la Copa el Frigoríficos se centra ahora en el choque de mañana ante el Liberbank Sinfín, otro de los equipos llamados a pelear en ese grupo que quiere evitar el descenso de categoría. "Es el partido importante", recalca el entrenador madrileño. La ventaja de los cangueses es que jugadores como Tihomir Doder, Alen Muratovic y Dani Cerqueira se quedaron en Cangas y estarán frescos para lo que promete ser una batalla en Santander. Tampoco Javi Díaz disputó un solo minuto en Copa aunque sí viajó. La duda será el extremo Moisés Simes, que continúa recuperándose de un problema muscular que ya le impidió participar en el encuentro del pasado sábado en O Gatañal ante el Viveros Herol Nava.
Por delante los cangueses tendrán que afrontar hoy un nuevo desplazamiento con madrugón incluido, ya que saldrán temprano por carretera hacia Santander. Allí pernoctarán y velarán armas de cara al encuentro de mañana.
