"Afrontamos una temporada determinante", señala el presidente del Kaleido Universidade de Vigo, Xoán Martínez, en la presentación del ejercicio. Martínez dirige también la empresa patrocinadora. El acto, presidido por la vicerrectora Natalia Caparrini, se celebra en el CUVI. Emprendimiento y educación se combinan en el nuevo proyecto. Pablo Cabrera, entrenador argentino, asume el cargo con múltiples tareas y en diferentes tiempos: lograr la permanencia del primer equipo en División de Honor B y liderar el crecimiento desde sus categorías inferiores. La universidad olívica incrementará la presencia del rugby en la oferta a su alumnado.

Mutación zoológica y estilística en el Kaleido. Espadarte fue el nombre elegido para el club en las reuniones fundacionales de 1988. Se descartó cuando ya se había diseñado el escudo, protagonizado por un pez espada como vinculación al mar. El blasón del más sobrio Vigo R.C., finalmente elegido, incluye en uno de sus cuarteles un dragón porque en aquella época florecía la selección galesa. El club, desde la llegada de Norm Maxwell y David Monreal en 2010, se inclinó hacia el kiwi neozelandés. Clausurada esta etapa en 2018 y tras un año de transición, el Vigo se transforma ahora en puma argentino.

La contratación de Cabrera culmina una búsqueda que se inició a finales de la pasada temporada. El equipo sénior había salvado su plaza en Honor B en los despachos, gracias a una reestructuración de la categoría. El entrenador, Adrián Lago, aceptó dar un paso al lado. Xoán Martínez relata: "Lo habíamos pasado realmente mal. No era por el desempeño de Adrián. Hablamos mucho. Afortunadamente él es como es. Reconoció que hacía falta un revulsivo, un mayor nivel deportivo para vertebrar los diferentes equipos en una estrategia de club".

La directiva activó el tapiz de relaciones tejido a lo largo de los años. Preguntaron en Rumanía, Gran Bretaña... El argentino Iván Conti, ex del Vigo, les habló de su compatriota Pablo Cabrera: exjugador, fundador de clubes en la provincia de Mendoza y entrenador. Trabajaba como asesor y analista de vídeo en el Centro de Alto Desarrollo del Rugby Argentino. Un experto de "un nivel muy alto", indica Martínez. Cabrera estudió vídeos del equipo. "Hizo un diagnóstico certero de nuestras debilidades. Conversamos y encajamos".

Cabrera ha firmado por una campaña, pero dentro de una plan a tres años que afecta a todas las categorías del club, de adultos a sub 8. "Es algo complejo de hacer", asume el presidente.

El técnico ejerce desde hace tres semanas. Se está aplicando en los fundamentos: nivel físico, pase, placaje y posicionamiento. "Todo esto, que parece muy obvio, hay que trabajarlo muchísimo. Teníamos muchas carencias en ese sentido", admite Xoán Martínez. "Cuando eso eclosione, tendremos un tipo de juego muy dinámico, muy rápido".

El nuevo entrenador incluye en los entrenamientos del primer equipo a los miembros de la formación B y del sub 18. Llega a congregar sesenta jugadores. Adrián Lago y Óscar Ferreras lo auxilian y el presidente los elogia: "Son dos personas de la casa básicas para nosotros".

A grandes rasgos, y en la probeta rugbier viguesa, el Kaleido ha cambiado su perspectiva: del modelo neozelandés, la escuela que domina el oval, ideal como meta, al modelo argentino, un país que ha crecido hasta competir con las grandes potencias sureñas, adecuada en pedagogía. "Salvando las distancias, el rugby argentino pasó por lo que estamos pasando nosotros", argumenta Martínez. "Tenían un rugby poco dinámico, viejo, con problemas de fundamento. Han cambiado totalmente la estrategia, han actualizado su rugby y han evolucionado una auténtica barbaridad. Pablo vivió ese proceso y queremos trasladar la experiencia a nuestro club". Añade: "Ese punto amateur del rugby argentino también es el nuestro y facilita el encaje. La filosofía de club en Argentina nos encanta. Cuenta la parte social, de hacer familia, lo que no estábamos teniendo en los últimos años de esa etapa neozelandesa. Son varias cosas que justifican el cambio". El Kaleido, en resumen, pasa de kiwi a puma.