Hasta 275 ciclistas madrugaron ayer, desafiando a la lluvia de la primera hora, para tomar la salida en el IV Desafío Delio Fernández y recorrer 100 kilómetros de marcha cicloturista por toda la comarca de O Morrazo. De ellos, 215 concluyeron todo el trayecto, incluyendo los casi 7 kilómetros de subida al puerto de Chan da Arquiña, en donde estaba instalada la meta, y que pasó por ser el único tramo competitivo.

En ese ascenso, con rampas que superan el 10% de desnivel, el reloj lo paró primero Alejandro Marque, del Sporting-Tavira, que completó el puerto en 21:06 minutos. Al estradense, campeón de la Volta a Portugal, le siguieron Samuel Blanco (Vigo Rías Baixas ) con 22:18 minutos y Moisés Leboso (10 G.D.) con 22:54 minutos. Sin embargo, los profesionales del ciclismo no competían por el trofeo final y entre los aficionados el más rápido y el que se subió al podio fue David Vidal de Sa, del club organizador del evento (AD Punta Fondón). Quedó quinto en la general y paró el cronómetro a solo 2 minutos y 12 segundos de Marque. El trofeo femenino fue para Lara Lois (Extol-La Gramola Team), que quedó de 37ª en la general. Al finalizar la prueba David Vidal aseguró que no se esperaba este gran resultado. "Soy habitual de esta prueba porque vengo todos los años. Siempre quedo en la zona alta, pero este año estaba más flojo", desveló.

El propio Delio Fernández, del Delko Marseille y que marcó el 12º mejor tiempo en el puerto final, fue uno de los profesionales más conocidos que acudieron a la ruta. "Llegué por la noche de la Vuelta de Burgos y mañana tengo que marchar para Francia al Tour de Limousin, así que vine a propósito a esta cita", desveló. Puso en valor "el atractivo recorrido a nivel de cicloturismo. Recorremos el entorno que yo suelo usar para entrenar, que es la península de O Morrazo, con dos puertos de montaña, el de Chan da Arquiña de primera categoría. Es un honor siempre dar nombre a esta prueba y que venga cada año más gente de fuera de Galicia". Y es que, además de ciclistas portugueses, hubo incluso algún visitante llegado de Luxemburgo. "Es la segunda vez que vengo a esta prueba. Aprovecho para pasar unas vacaciones en Redondela", explica Raymond Lawcelot.

Álex Marque fue otra de las caras conocidas. Antes de la salida explicó que "ya participé en este evento hace dos años. Estas marchas cicloturistas reúnen a mucha gente y son buenas para promocionar el ciclismo y para los concellos".

Pero el invitado de honor fue el director deportivo y exseleccionador nacional Javier Mínguez. "Vengo con ganas de divertirme, porque a mi edad esta vuelta es muy dura, por eso voy ayudado con una e-bike", desveló con humor, a sus 70 años. Reconoció su "sorpresa" cuando le llamaron para ser el invitado de honor. Explicó que sale en bicicleta habitualmente "pero en Valladolid, que es llano y aquí es todo más complicado", concluyó.

Los ciclistas partieron a las 9.00 horas del entorno de A Xunqueira y encararon la calle Concepción Arenal de Moaña para subir por Daniel Castelao a la PO-551. Atravesaron Tirán, Cangas y Aldán por la PO-315 para dirigirse a Beluso, Bueu, Marín y Pontevedra. Regresaron a la península de O Morrazo por Vilaboa. Alrededor de las 11.20 horas pararon para un avituallamiento en este Concello. Después cruzaron Domaio y Meira para ascender por la carretera provincial hasta A Fraga y encarar el primer puerto de montaña en la PO-313, en Cruz da Maceira. El descenso a Vilaboa dio como resultado la última subida, competitiva, que los que llegaron en primer lugar empezaron a ascender sobre las 13.00 horas. En el entorno de la meta el Club Ciclista Vigués organizó juegos con bicicletas para niños. Participó también el presidente de la Federación Galega de Ciclismo, Juan Carlos Muñiz Prieto.