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fútbol

Miguel Alonso asume la preparación física de la academia del Valencia

El moañés coordinará a toda la base hasta el Mestalla las dos próximas temporadas

Miguel Alonso en las instalaciones de Paterna, en Valencia. // FdV

La preparación física de todos los equipos de la base del Valencia, desde los más pequeños hasta filial Valencia Mestalla, estará en manos de un moañés. Miguel Alonso es desde esta semana el máximo responsable del área de preparación física de la Academia del Valencia, un cargo que le permitirá implantar una metodología común de trabajo y coordinar la labor de los responsables físicos de cada equipo. Ayer mismo vivía una nueva jornada maratoniana en las instalaciones de Paterna. "Llevo 40 horas aquí y 35 de ellas han sido de reuniones, aunque es lo normal cuando alguien llega nuevo a un sitio", afirma. Aunque él era consciente de que su nombre sonaba para el puesto, su nombramiento sí ha sido una sorpresa para muchos. "Tengo casi cien mensajes sin responder. Al final parece que la gente le tiene aprecio a uno", bromea.

El aterrizaje de Alonso en Valencia va íntimamente ligado al de Marco Otero, recientemente fichado por la escuadra levantina como director de la escuela de fútbol. El hispanosuizo, exresponsable de la cantera del Basilea, está considerado como una eminencia en el ámbito de la formación futbolística. Aunque no conoce a Miguel Alonso sí maneja referencias de él que acaban por inclinar su decisión. "Tenía información de mí por el grupo de investigación de la Universidad de Vigo en el que estaba", apuna el moañés. En el mismo Miguel Alonso, junto a especialistas como Eduardo Domínguez (con experiencia en Celta, Mallorca, Deportivo, Real Sociedad o Villarreal, entre otros) o Juan Solla (preparador físico del Watford), entre otros, trabajó en el análisis de los deportes de equipo y especialmente en el fútbol. "Vio mi currículum y le gustó, aparte del hecho de que además de preparador físico he trabajado de entrenador", resume Alonso.

El moañés firma por dos temporadas y tiene muy claro que "quiero implantar una metodología. No se trata de inventar nada, pero sí de poner un orden y de que todos trabajen sobre los mismos criterios". Valora positivamente el equipo con el que le tocará trabajar. "Me estoy encontrando con un muy buen nivel de profesionales, con los que será fácil hablar el mismo idioma", señala.

Su salto a la coordinación lo alejará inicialmente del césped, si bien él tratará de evitarlo. "Me he traído tres pares de botas porque sí quiero estar en el campo", apunta entre risas. "Quiero estar allí, no como un inquisidor, sino como un compañero. Quiero que vean en mí a un colaborador al que no le importa echar una mano", subraya. Por el momento no se plantea llevar a nadie de su confianza, "porque se ha renovado al 90 por ciento de la plantilla de técnicos. En el futuro podría ser, pero espero que no, porque significaría que todos estamos en el mismo círculo de trabajo".

Tras un año de espera la oportunidad del Valencia es todo un premio. "Esta es una profesión espectacular, la mejor del mundo. Si uno no puede ser futbolista lo más cercano es ser técnico, pero tiene su parte complicada, que es cuando no estás trabajando", relata el moañés, que añade que "es una incertidumbre total, porque no sabes cuándo volverás a trabajar. El gusanillo tira, pero también la hipoteca". Ahora, el reto del Valencia le espera. "Es lo último que tienes y es lo más ilusionante. Es lo mejor que me podría llegar", afirma. Y subraya que está más que dispuesto a asumir lo que venga. "Me siento más que preparado. Entiendo que soy un experto en el fútbol de formación", sentencia.

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