Su primera etapa al frente del Alondras juvenil, cuando configuró la plantilla con jugadores a los que había entrenado en la liga local, fue la más hermosa para Cabral. "Había tanta unión con todos los jugadores que incluso creamos una comparsa de carnaval que se llamaba Os de case sempre", rememora.

Los que estuvieron a sus órdenes aseguran que "todos los que participen en el homenaje -con una comida en Casa Simón este sábado a las 14.30 horas- lo harán de corazón". Explican también que "experiencias como aquellas ahora serían impensables, porque nuestros padres confiaban mucho en que nos llevara a los partidos, ya que nunca nos falló", valoran.