El Frigoríficos del Morrazo selló hoy la permanencia en Asobal tras vencer al Teucro Pontevedra (25-24) en un partido agónico, que por momentos parecía una montaña rusa. La felicidad canguesa contrasta con las lágrimas y la decepción del Teucro, a quien este resultado condena matemáticamente al descenso a la División de Honor Plata. Los pontevedreses llegaron a gozar de una ventaja de tres goles en el segundo tiempo y tenían prácticamente contra las cuerdas a su rival, que aupado por la afición de O Gatañal logró remontar. Una afición que se mostró generosa con los suyos y con el rival, al que despidió al grito de "Teucro, Teucro".

Cara para el Cangas, cruz para el Teucro

Cara para el Cangas, cruz para el Teucro

Al Cangas le valía con puntuar para certificar la salvación, mientras que a los de Pontevedra solo les servía ganar para tener opciones en la última jornada. Los locales comenzaron mejor y arrancaron con un parcial de 4-1 que obligaba al técnico visitante, Luis Montes, a pedir un tiempo muerto antes de llegar al minuto 10. Los de Pontevedra intentaron imprimir mayor velocidad al encuentro frente a un Cangas que necesita madurar cada una de sus acciones. El Teucro consiguió acercarse (5-4), pero dos goles seguidos de Chapela volvían a estirar la ventaja canguesa hasta el 7-4. Enseguida respondió la escuadra de Pontevedra, que con un parcial de 0-4 puso se puso por primera vez por delante (7-8, min.22), a pesar del tiempo muerto del entrenador local, Magí Serra. A partir de ese momento la igualdad fue máxima y el Cangas consiguió llegar al descanso con un gol de ventaja (12-11).

El Teucro, consciente de lo que se jugaba, arriesgó en el segundo tiempo. Su defensa se le atragantó al Cangas, que también se topó con un viejo conocido en la portería: Javi Santana. Tras el intercambio de goles inicial el conjunto de Luis Montes logró noquear momentáneamente al Cangas, que pasó de verse con un 16-15 a un 16-19. La situación pudo ser aún peor para los cangueses si Javi Díaz no llega a parar un balón que podría significar el 17-21 en el minuto 42.

En un derbi, y sobre todo si es en O Gatañal, no se puede perdonar ni dar por muerto al Cangas. Magí Serra ordenó dejar la defensa abierta y volver a un 6.0 que se convirtió en un muro infranqueable para el Teucro. En ese momento saltó a la pista el argentino Gavidia, que fue una de las grandes sorpresas del partido. Pese a lo reciente de su operación el defensor quiso estar presente, arriesgó y pudo despedirse de la afición de O Gatañal. El acierto desde los 7 metros de Moi Simes y la dirección y coraje de Rubén Soliño permitieron al Frigoríficos volver a nivelar el partido (21-21, min.48).

Los últimos diez minutos fueron de infarto, con un pabellón que se volcó con los suyos y con acciones clave, como una parada de Galán a Cutura en un siete metros (ya le había parado otro en el primer tiempo). Después de que Sergio lograse empatar de nuevo (23-23) se sucedieron los errores por ambos bandos y en ese frenesí final la suerte sonrió al Cangas. Jugadores, cuerpo técnico y aficionados celebraron sobre la pista un triunfo que mantiene un año más al Frigoríficos del Morrazo en la élite del balonmano español, un lugar en el que la afición canguesa demostró que quiere volver a encontrarse pronto con sus vecinos de Pontevedra.

Frigoríficos: Javi Díaz, Vujovic (1), Simes (5, 3p), Chapela (2), Cerqueira (2), Muratovic (3), Mitic (2) -siete inicial-Rubén (4), Suso Soliño (1), Maxi, Gavidia, Menduíña (2), David Iglesias (1), Peiró (2), Pablo Castro y Galán (ps).

Teucro: Santana, Poveda (4), Iván (2), Fischer, Bela, Domingo (4), Sergio (5)-siete inicial- Samu Gómez (3), Cutura (4), Gehrhardt (1), Pereiro (1) y Lloria (ps).

Marcador cada 5 min: 2-0, 4-2, 5-4, 7-5, 9-8, 12-11 (descanso) 15-15, 16-19, 19-21, 22-21, 23-23 y 25-24.

Árbitros: García Serradilla y Marín Llorente. Excluyeron por el Cangas a Maxi y Vujovic. Por el Teucro a Poveda, Gehrhardt, Cutura y Bela.

Incidencias: Más de 2.000 aficionados en el pabellón de O Gatañal.