El Deportivo de La Coruña podría tener en próximas fechas un presidente de O Morrazo. El cangués Jesús Martínez Loira presentó ayer de modo oficial su candidatura para presidir el club blanquiazul a partir de la junta extraordinaria que se celebrará el día 28. Vinculado de una u otra forma desde hace más de dos décadas al club herculino, su discreción le ha hecho pasar desapercibido para el grueso de la masa social deportivista.

Corría 1989 cuando Martínez Loira dejó su Cangas natal con apenas 19 años para estudiar Ingeniería Informática en A Coruña. Finalizó la carrera y comenzó a trabajar como técnico en la Diputación Provincial de A Coruña. Meses más tarde el organismo pasaba a estar dirigido por Augusto César Lendoiro, que vio en él un importante apoyo y por eso le pidió que colaborase con el Deportivo de La Coruña en materia de tecnología e innovación. De este modo Martínez Loira entró en un mundo del deporte que en Cangas le era desconocido, pero que forma ya parte de su vida. Sí bromeaba la pasada temporada sobre sus orígenes cuando coincidió en el club con el otrora preparador de porteros del primer equipo, el también cangués Manu Sotelo.

Ayer, en las oficinas del club y luego sobre el césped de Riazor, desgranó los que serán los ejes centrales de su programa, "unión, fútbol y rigor económico", para el que espera contar con un equipo de ocho consejeros, dos más que los actuales. Seis ya los tiene cerrados y los presentará uno a uno la próxima semana, y en los otros dos puestos espera que se sumen al proyecto responsables de Abanca y Estrella Galicia, los principales patrocinadores de la entidad deportivista.

Unir y superar diferencias es su objetivo, y en este sentido se reunirá el lunes -día en el que abrirá al público su oficina de campaña- con el todavía presidente, Tino Fernández, y con su antecesor, Augusto César Lendoiro, para trasladarles las claves de su proyecto. "Desde hace cinco años hay fractura en la masa social del Deportivo. Ha llegado el momento de que se solucione para siempre y pasemos página", manifiesta.

Reconoce que la dimisión de Tino Fernández le cogió por "sorpresa" y, ante esta situación de "minicrisis" optó por dar un paso al frente para buscar la unidad con la sensación de que "si no lo hago, no lo va a hacer nadie", una idea que reafirma señalando que "prefiero hacerlo y fracasar, a no hacerlo". En el plano más deportivo apuesta por un modelo de juego que se mantenga desde la base hasta el primer equipo. Y sobre la deuda desdramatiza y apunta que "es parte de nuestra historia y tenemos que estar orgullosos de que hemos reencauzado nuestros compromisos. Tenemos esa deuda pero también vivimos una etapa extraordinaria que nos ha generado esa deuda".