Franco Gavidia no continuará la próxima temporada en el Frigoríficos del Morrazo. Lo que era un secreto a voces ha sido confirmado en las últimas horas por el propio jugador argentino a través de sus redes sociales. El año que viene no estará en Cangas, en busca de nuevos retos en su carrera deportiva. No hace referencia a su destino, pero todo apunta a que acabará en el Anaitasuna, una escuadra para la que no ha pasado desapercibido su espectacular rendimiento defensivo y que buscaba precisamente una pieza para apuntalar su bloque central.

Gavidia, de 27 años de edad, está actualmente en el dique seco por una lesión en el pulgar derecho y parece complicado que pueda jugar en lo que resta de temporada y despedirse del Cangas sobre la pista. Sí lo hace con un comunicado en el que habla de la dificultad de adoptar una decisión que lo aleja de un club en el que se ha encontrado muy cómodo y de una afición que lo idolatraba. "Solo la tomé porque quiero seguir creciendo y sumando experiencias para poder llegar a lo más alto como jugador de balonmano, porque si es por cariño nunca me iría de aquí", afirma. En el texto agradece asimismo a la directiva el apoyo recibido, a sus compañeros por ayudarlo a integrarse rápidamente en el equipo y a la Marea Azul por hacerlo sentir querido y por haberlo respaldado siempre.

El jugador argentino se inició en el balonmano en su Argentina natal para a continuación competir en lugares tan exóticos como Nueva Zelanda y Australia y dar posteriormente el salto a Suiza, Francia e Italia. La pasada temporada fichó por el Villa de Aranda de División de Honor B, pero en enero el Frigoríficos le echó el ojo. Magí Serra acababa de incorporarse al banquillo y Serafín Pousada dejaba el equipo por cuestiones laborales. La necesidad de contratar un especialista defensivo era evidente y se apostó por Gavidia.

Muy pronto el sudamericano dejó su impronta de balonmanista de raza, de absoluta entrega. Su juego más descontrolado de los primeros partidos necesitó un tiempo de acoplamiento para acabar formando un casi inexpugnable bloque central con Cerqueira y Cancio, que fue el que multiplicó las opciones del Cangas de lograr una permanencia que meses antes parecía imposible. Gavidia renovó su contrato descartando otras propuestas encima de su mesa y este año ha vuelto a ser uno de los hombres clave del equipo, tanto por rendimiento objetivo en pista como por su capacidad para transmitir a las gradas. Prueba de su entrega es que tras lesionarse en un entrenamiento en la mano jugó los decisivos encuentros ante Blendio Sinfín y Quabit Guadalajara, para posteriormente tener que ser intervenido quirúrgicamente.