Los errores en el lanzamiento fueron una losa demasiado pesada para un Frigoríficos del Morrazo que cayó por 26-24 en su visita al Helvetia Anaitasuna. El conjunto cangués mantuvo el tipo durante los primeros 20 minutos del choque pero luego los locales se fueron en el marcador antes del descanso, lo que obligó a los de Magí Serra a remar contracorriente el resto del encuentro sin lograr siquiera igualar los guarismos de su contrincante.

El Cangas marcó el ritmo del partido en su inicio, con una dura defensa que asfixiaba los intentos de los navarros y que le permitía incluso sacar el contragolpe. Sin embargo faltó acierto en los visitantes, que erraron ocasiones claras, incluidos dos contraataques de Menduiña. Aún así, la ventaja era para el equipo de O Morrazo (3-4, minuto 18), que mantenía la igualdad con dos tercios del primer tiempo gastados (5-5, minuto 21). Iñaki Aniz pidió entonces tiempo muerto y decidió meterle una marcha más al juego. El Frigoríficos aguantó (7-7, minuto 24) pero después se vino abajo en el intercambio de golpes y ni tan siquiera el tiempo muerto de Serra frenó la sangría. Parcial de 5-1 para los locales y renta cómoda al descanso (12-8).

Chocarro amplió la ventaja a cinco goles en el arranque del segundo tiempo y al conjunto cangués le tocó iniciar una carrera contra el cronómetro y el marcador. El choque era otro, con mucho más ritmo. Cerqueira recibió sus primeros balones y el marcador se ajustó (15-13, minuto 40). Pero de nuevo el cuadro morracense salió mal parado del intercambio de ataques y el Anaitasuna rompió el marcador (19-13, minuto 44).

Serra modificó su 6.0 inicial para apostar por el 5.1 y optar a recuperar algún balón. El Cangas volvió a hacer la goma (21-18, minuto 51) pero le faltaba rematar la faena.

Los navarros se iban nuevamente cinco goles arriba (24-19, minuto 55) y el Frigoríficos se la jugó el todo por el todo por una defensa presionante a toda pista. Provocó la precipitación del conjunto pamplonica y ajustó el electrónico (25-23, minuto 59) con un Menduiña imperial, que encadenaba aciertos hasta acabar con 9 tantos, pero ya sin apenas tiempo para intentar lo que hubiese sido una machada. La permanencia, que hubiese estado mucho más cerca en caso de haber puntuado, deberá esperar.