Y 31 jornadas más tarde el Alondras se ha metido de lleno en la lucha por la promoción de ascenso a Segunda B. Después de un inicio con tres derrotas seguidas, de haber ganado un solo partido en las primeras ocho jornadas y de haber tonteado incluso con las posiciones de descenso, el conjunto de Antonio Fernández ha igualado a puntos con el cuarto clasificado (la UD Ourense) y se plantea ya los últimos siete encuentros de Liga como finales para entrar en la fase. "Ahora cada partido es decisivo y hay que ser muy regulares porque sobreponerse a cualquier traspiés con tan poco tiempo por delante es complicado", afirma el preparador rojiblanco.

Eso sí, Fernández ve a su escuadra preparada para el reto que tiene por delante. "Estoy palpando una unión espectacular en el vestuario. Los jugadores son conscientes de lo que hemos conseguido y de lo que está en juego. Estamos ahí y lo importante es seguir haciendo las cosas bien para ganar más partidos y soñar con poder disfrutar", asegura el técnico, que pide a los suyos "ser conscientes de lo que estamos haciendo. Empezamos mal, las cosas no pintaban nada bien, y al final hemos podido enderezar el rumbo y estar en la pelea".

Lo cierto es que los cangueses no estaban siendo excesivamente regulares en esta segunda vuelta, algo que han solucionado en las últimas semanas, en las que han logrado cuatro victorias en cinco encuentros. "Sumar de tres en tres en esta categoría te permite dar un salto importante", apunta, antes de añadir que "en este periodo solo el Compostela ha podido igualar nuestros números".

Sus sensaciones con respecto al equipo son positivas, más aún después del importante y trabajado triunfo ante el Laracha. "Solo había que ver la celebración del primer gol. Fue un partido difícil porque el campo no permitía nada. La victoria tiene un valor grandísimo por cómo estaba el terreno de juego. Era para suspenderlo, pero al final no se decidió y acabamos ganándolo", señala. A pesar de no ser un tipo de partido óptimo para las características de sus hombres, asegura que estos brillaron cumpliendo con lo que tenían que hacer. "Hicimos una segunda parte de manual de cómo jugar en un campo así", subraya. Ahora el próximo rival será el Racing Villalbés. "Es un campo complicado y un rival que está luchando por la permanencia", advierte Antonio Fernández.