O Gatañal siempre ha sido el jugador número ocho del Frigoríficos del Morrazo, un talismán y un fortín sobre el que se asienta el éxito de este equipo. Resultaba sorpredente la larga racha de encuentros sin conocer el triunfo en su pista, una sequía que se rompió ayer y cuando más lo necesitaba el Balonmán Cangas. El conjunto de Magí Serra se reencontró con la victoria ante su afición tras un partido intenso y agónico contra el Blendio Sinfín de Santander. Un duelo en el que los cangueses arrancaron como un auténtico tiro gracias a un parcial de 6-1, pero en el que hubo que sufrir hasta el final para ganar 27-26. Un sufrimiento que valió la pena porque ahora los cangueses sacan cuatro puntos al Teucro, que marca la frontera con el descenso y que ayer perdió ante Puente Genil.

Esos largos meses sin ganar en O Gatañal -desde octubre ante Bidasoa- y la necesidad sumar los dos puntos quedaron patentes en los primeros minutos de juego. El Frigoríficos salió con auténtica hambre y en esos instantes ofreció una auténtica lección de defensa, paradas de Javi Díaz y contragolpes para ponerse con un 6-1 en el minuto ocho, aunque en algunos momentos pecase de precipitación y perdiese ocasiones claras. Este escenario obligó al entrenador visitante, Rodrigo Reñones, a solicitar tiempo muerto para frenar la sangría. Un parcial de 1-4, con dos goles seguidos de Ángel Iglesias volvió a meter al Sinfín en el encuentro. El extremo, exjugador del Cangas, tuvo ayer una gran tarde, con 6 de 6 en ataque.

Magí Serra tuvo que pedir tiempo muerto en el minuto 17 y los suyos volvieron a estirar su ventaja hasta los cuatro goles, 12-8 con un tanto de Suso Soliño, que ayer por fin pudo celebrar su partido 500 en Asobal, o 13-9. No obstante, el Sinfín llegó a disponer de una posesión para igualar el partido a 13 goles, pero Postigo pisó área y su gol no subió al electrónico. En la última acción del primer tiempo Ángel lograba marcar sobre la bocina para llegar al descanso con un 14-12.

Si en la primera parte lo que primó fue el juego ofensivo y la velocidad, en la segunda el escenario mudó. Esta vez las defensas se impusieron y a los dos equipos les costó más encontrar el camino a la portería rival. El Blendio Sinfín arrancó con un parcial de 0-3 con goles de Pla, Ángel Iglesias y Monteiro da Silva para conseguir su primera ventaja del partido (14-15, min.34). Los santanderinos aún volverían a tener otra ventaja (15-16), pero dos goles consecutivos del montenegrino Alen Muratovic y una parada de Javi Díaz a un siete metros de Valles ponía de nuevo al Cangas en el buen camino (17-16, min.35). Muratovic, con una exhibición de recursos, y David Chapela se echaron el equipo a la espalda y mantuvieron por delante al Cangas con ventajas de entre uno y dos goles.

El Sinfín logró restablecer las tablas dos veces en los últimos diez minutos (22-22 y 23-23). A esa última igualada respondió el Cangas con un gol de David Iglesias y con la sangre fría de Menduíña, que anotó un siete metros y dos goles desde el extremo para ponerse 26-24. Lon consiguió apretar de nuevo el marcador y con un 26-25 se encaró el último minuto y medio. El Cangas afrontó una posesión larga, en la que incluso estuvo apercibido de pasivo. Después de un tiempo muerto de Magí Serra, David Chapela afrontó con maestría ese envite. El central buscó el camino a la portería y arrancó la segunda exclusión de Dimitrievski. Quedaban menos de 50 segundos por jugar y la amenaza del pasivo desaparecía para que el Cangas pudiese afrontar con mayor tranquilidad el gol de la sentencia. Ese tanto llegaría gracias a otra acción de Chapela, que ponía el 27-25 que permitía al Frigoríficos acariciar el ansiado triunfo.

El Sinfín tuvo tiempo de montar un ataque que acabó con un lanzamiento de siete metros después de que los colegiados señalasen una falta y descalificasen a Moi Simes. Valles transformó el penalti, pero sin opción para más. Los cangueses supieron dejar correr el tiempo y reconquistaron su feudo con un triunfo, 27-26, que les acerca al objetivo de la permanencia y que es la mejor manera de celebrar el partido 500 de Suso Soliño en Asobal.