Hasta cuatro caras nuevas presentó el Domaio en el partido del pasado domingo ante el San Martín, en un intento por intentar salvar la categoría en las nueve jornadas que restan de competición. Aurelio Estévez, técnico de los moañeses, hizo debutar al atacante Bruno, que jugó en el Cruceiro y a su propio hijo, con el que había coincidido en el Rápido Bahía, José Aurelio.

Pero además recuperó a otros dos futbolistas que llevaban tiempo parados. Uno de ellos es el mediocampista ofensivo Cela, que militó en el Moaña y llevaba dos años sin jugar, y otro es el central Manu Freire, que dejó el A Seca hace un par de temporadas y no estaba jugando en fútbol 11. Con estos refuerzos, el Domaio intentará dar caza a Mos, San Martín o Erizana para tratar de eludir las posiciones de descenso.