Es, por derecho propio, historia viva del Frigoríficos del Morrazo pero también de la Liga Asobal. A sus 39 años de edad Alen Muratovic continúa derrochando ilusión y batiendo récords. El último de ellos llegó en el partido del miércoles ante el Liberbank Ciudad Encantada de Cuenca, cuando el lateral montenegrino anotó su gol número 1.400 en la máxima categoría del balonmano español. Fue el último tanto del Balonmán Cangas en una noche en la que la fiesta no pudo ser completa, ya que acabó con derrota (18-22), pero que ya quedará grabado en las retinas de quienes han podido disfrutar del balonmano del genio de Niksic.

Atrás quedan los primeros pasos en este deporte de un espigado muchacho forjado en la cantera del Niksic y posteriormente en el Lovcen Cetinje. Llegó a Cangas en 2003, como apuesta de Manuel Camiña, y fue el ya fallecido Alejandro López quien comenzó a ver desde los banquillos el talento descomunal del balcánico. En su debut en Asobal ante el Altea anotó 7 dianas a pesar de la derrota de los suyos. De ahí pasó a convertirse en una pieza esencial en la permanencia del Frigoríficos durante dos años seguidos, tras los cuales fue reclutado por el Valladolid. En el equipo castellano ganó una Copa del Rey y fue subcampeón de la Recopa de Europa antes de dar el salto a la potente Bundesliga de la mano del Flensburg. Pero entonces una desafortunada lesión de hombro lo apartó de las canchas.

Retirado pero siempre vinculado a Cangas, volvió a su segunda casa para ver nacer a su hija y allí, en el año 2013, volvió a picarle el gusanillo del balonmano y regresó a las canchas. Desde entonces es uno de los indiscutibles ídolos de O Gatañal y sigue rompiendo registros. En noviembre alcanzó los 300 partidos en Asobal y ahora llega a los 1.400 goles, y con ganas de seguir superándose.

Sin llegar a los números de Muratovic, el choque ante el Cuenca también sirvió para que otro jugador del Frigoríficos del Morrazo llegase a una cifra redonda. Fue David Chapela, que alcanzó los 200 goles en la máxima categoría, repartidos en una primera etapa en el Teucro y en estos dos últimos años en el Frigoríficos.