Bueu ha recuperado la ilusión por el remo. La cuarta plaza obtenida la pasada campaña en la Liga Gallega de Traineras con un jovencísimo proyecto de cantera y las perspectivas de futuro que se le abren al equipo entrenado un año más por José Ferral invitan al optimismo, más aún cuando el Club de Mar de Bueu se ha asegurado los servicios de dos hombres con vitola de ex-ACT como Álex Rodríguez (Kaiku, Tirán y Ziérbena) y Jesús Ibán Fernández (Tirán), ambos con un notable pasado en las filas buenenses.

Rodríguez y Fernández son las dos principales puntas de lanza de una escuadra que ha sabido mantener el bloque que tan sorprendente rendimiento ofreció en la temporada anterior, a la vez que adquirir experiencia a través del regreso de varios remeros. "Era lo que nos hacía falta, tener gente con tablas, y por eso buscamos a estos remeros, y a alguno más que se nos escapó por el camino", asegura el entrenador de los de O Morrazo. Junto a estos dos elementos también han vuelto otros tres deportistas como Abraham, Couso y Juncal, y se ha fichado al patrón Félix Duarte, que estuvo la pasada campaña en las filas de Amegrove y anteriormente en Mecos. Todo para equilibrar las marchas de Adriel Vidal, Augusto Remelgallo y de los patrones Suso Piedras y Gonzalo Otero.

En principio, parece complicado que pueda haber alguna incorporación más, "porque ya tendría que ser alguien que no estuviera a gusto en otro club y que ya traiga rodaje. Empezar a entrenar ahora no sería factible". Eso sí, Ferral no descarta comenzar a trabajar con algún joven para tener un relevo en la posición de patrón, en donde únicamente cuenta con el mencionado Félix Duarte.

El gran éxito ha sido mantener la base del año pasado, un grupo de jóvenes remeros en su mayoría que ahora cuentan con una temporada de experiencia sobre sus hombros. Así, continúan Diego Costa, Sergio Pérez, Xián Martínez, Mihguel Oliveira, Carlos Pérez, Óscar Martínez, Andrés Mariño, Diego Pérez, Ángel Valladares, David Moledo, Carlos Ramírez, José Manuel Freire y Martín Pérez. "Este año ya saben de qué va esto y han mejorado muchísimo. El año pasado estábamos justitos pero en el invierno ya habíamos dado señales de que podíamos funcionar bien. Lo bueno es que son gente trabajadora, con las ideas claras y a los que es muy fácil entrenar", afirma el técnico morracense.

El único pero que Ferral le pone a la temporada pasada es la irregularidad de los suyos en ciertos momentos de las regatas, un pecado que achaca a la juventud. "Podíamos hacer un largo impresionante y después, al vernos por detrás o en una mala situación, hacer otro malo", señala. Y es que, además de trabajar el aspecto físico no hay que descuidar el mental. "En los momentos complicados la cabeza podía fallar", admite, razón por la que el año pasado se vio obligado a compaginar las tareas de entrenador y remero, o lo que es lo mismo, a dirigir a sus hombres desde fuera y desde dentro de la embarcación. "Con gente veterana como tenemos este año no deberíamos sufrir esos altibajos. Ellos deben impedir que haya esos bajones", sentencia Ferral.