Una intervención de De Hita prácticamente sobre la bocina certificó la derrota del Frigoríficos del Morrazo ante el Ángel Ximénez Puente Genil (21-22) en el encuentro que cierra la primera vuelta en la Liga Asobal. El meta visitante detuvo un lanzamiento a la desesperada de Aranda que hubiese supuesto las tablas en un choque repleto de imprecisiones y en el que el Cangas se vio condenado por su falta de fortuna, pero también por un notable desacierto ofensivo. Los de Magí Serra llegan al ecuador de competición fuera de las posiciones de descenso, pero con un exiguo botín de siete puntos que exigirá redoblar esfuerzos en la segunda vuelta.

Pronto se vio que el Cangas arrollador del derbi no iba a ser el de esta noche en O Gatañal. Y no porque no saliera enchufado, sino porque se topó primero contra un magistral De Hita bajo palos y luego contra una correosa defensa visitante. Dos penaltis errados, una pérdida en contragolpe y un par de errores más en apenas cinco minutos le otorgaban ya las primeras rentas a los andaluces (1-4). Javi Díaz, en otro espectacular partido, metía a los suyos en el choque, con Aranda acertando en el lanzamiento (4-5), pero el Puente Genil no cedía (4-8, minuto 17, con tiempo muerto de Magí Serra).

El encuentro entró en un recital de imprecisiones del que salía favorecido el cuadro visitante (5-10, con tiempo de Serra en el minuto 25). Un último apretón local acortó el marcador hasta el 8-11 al descanso.

En la reanudación el equipo de Julián Ruiz volvió a estirar la goma (8-13) ante un Cangas desesperado y en medio de una actuación arbitral muy discutida (10-13, 11-16). Serra apostaba por Boisedu como central pero el galo no estaba tan fino como ante Granollers y Teucro, y a los morracenses les costaba un mundo recortar diferencias. La tercera exclusión de Cancio hizo que el Cangas pasara a 5.1 y ahí volvió a emerger la figura de Javi Díaz. Gavidia ponía la garra al contragolpe (19-21), pero los locales seguían fallando demasiado en ataque. Vujovic puso el 21-22 con más de un minuto por delante y la defensa y Javi Díaz le regalaron una vida más al Frigoríficos. A falta de 12 segundos Serra agotaba sus tiempos muertos y colocaba un siete contra seis en pista con Pablo Castro y Cerqueira en el pivote. Pero la acción ensayada no salió y Aranda tuvo que jugársela en un golpe franco que se encontró con la mano salvadora de De Hita.