Un punto con sabor agridulce. Eso es lo que cosechó el Frigoríficos del Morrazo en el partido que ayer lo enfrentó al Fraikin Granollers (26-26) y que estuvo marcado por una lamentable actuación arbitral y por el atasco ofensivo de ambos conjuntos en la recta final del partido, ya que el marcador no se movió desde el minuto 53. El empate sirve para romper una racha de seis derrotas consecutivas y para encarar los duelos ante Teucro y Puente Genil con un mejor estado anímico. El otro factor positivo fue el debut de Johan Boisedu, que en apenas 20 minutos en el primer tiempo ofreció un auténtico recital ofensivo, pero que incomprensiblemente estuvo en el banquillo toda la segunda mitad hasta los cuatro minutos finales.

Fue el Granollers el que marcó el ritmo desde el inicio. Lo hizo a pesar de que Javi Díaz ya comenzaba su recital, y favorecido por una defensa demasiado pendiente de Figueras, y que desguarnecía otras zonas. Por si fuera poco, cualquier error era castigado con velocidad, en contragolpe directo o segunda oleada. Las ventajas visitantes eran de uno o dos goles (5-7, minuto 11).

Y entonces saltó a la pista Boisedu. Un par de ataques para desempolvar su fusil e invirtió la tendencia del partido. Con 6-9 en el marcador saltó a dos pies y limpió de telarañas la escuadra de la portería de Guardia. Luego dio una asistencia de lujo a Cerqueira. Un uno para uno y finalización de rosca. Un lanzamiento frontal de nueve metros. Otra asistencia, esta vez para Vujovic, y un lanzamiento en transición rápida. En un visto y no visto cuatro tantos y dos pases de gol para voltear el electrónico (13-11) y obligar a Antonio Rama a pedir tiempo muerto (minuto 22).

Pero los vallesanos se recompusieron, recuperaron energías y pudieron llegar al descanso con una renta de dos goles (15-17).

El segundo tiempo arrancó con un Cangas enchufado que igualó muy pronto (17-17) antes de que Márquez devolviese la ventaja a los suyos. Los árbitros empezaban su recital de despropósitos. Doble exclusión de Vujovic y Cerqueira y el Cangas aguantando el tirón (19-21, minuto 40). Los vallesanos recurrían entonces al juego en el pivote con Figueras y los de Serra hacían la goma. Se echaba de menos a Boisedu, aunque es cierto que los desajustes locales eran más defensivos que ofensivos.

Los de O Morrazo dieron un tirón para poner el 26-25, con Serra disponiendo una defensa 5.1 que anuló las ideas visitantes. Tarrafeta igualó con fortuna y ya no se movió el marcador a pesar de estar aún en el minuto 53. Gavidia fue excluido de forma rigurosísima, Cerqueira era objeto de un penalti clamoroso y Chapela sufría un agarrón por detrás cuando buscaba portería que se saldaba con un simple golpe franco. Una falta en ataque de Muratovic -Marc García ya se había tirado anteriormente en tres o cuatro ocasiones sin éxito, pero también sin ser apercibido- y una nueva exclusión injusta de Cerqueira dejaban al Granollers con bola a falta de 40 segundos. El Cangas aguantó bien y recuperó balón. Magí Serra pidió tiempo muerto pero con 12 segundos por delante no hubo pizarra. Solo una acción directa de Boisedu que se fue fuera. El derbi del sábado será el que determine el valor de este punto.