"Estoy segura de que nosotras nos dejaremos la piel en la pista y más segura todavía de que con vosotros nada es imposible". Con esta determinación se manifestaba en las últimas horas con un mensaje en las redes sociales Estela Doiro, una de las capitanas del Mecalia Guardés. Club al completo, la afición en masa y A Guarda en general viven las horas previas de una jornada que podría volver a ser histórica en el Baixo Miño.

"Sé del gasto que puede suponer ir a ver el partido de este domingo, sé de la dificultad que este tiene y sé que el pase está complicado", comenzaba Doiro, "pero también sé que será un gran partido, un partido de emociones, un partido para vibrar, un partido para seguir haciendo historia juntos", continuaba la central guardesa. El mensaje fue publicado por la jugadora, uno de los emblemas del club, cuando la expedición ya se encontraba de regreso en A Guarda después de más de una semana fuera de casa al encadenar el partido en Rusia con el del jueves en Telde.

Importará lo que ocurra dentro del 40x20, pero el partido, al menos el anímico y el emocional, ya está ganado fuera de A Sangriña y en sus gradas. Desde que el pitido final sonó en el pabellón de Krasnodar, la afición guardesa comenzó a mostrar su apoyo a un equipo que se repuso de un viaje de más de 43 horas y se hizo con una valiosísima victoria ante el Kuban (26-27) en la ida de la tercera ronda de la EHF Cup. El equipo de Trefilov llegó el viernes a última hora a A Guarda después de aterrizar en Madrid y desplazarse en autobús hasta el Baixo Miño. La expedición ya ha disfrutado del entorno natural próximo al Hotel El Molino.

Con una renta mínima y con la única baja de Sarah Valero, el equipo que dirige José Ignacio Prades peleará por la clasificación para la fase de grupos de la EHF Cup, una muesca más en la trayectoria de un Mecalia que no hace más que romper su propio techo. La temporada pasada fue apeado de la segunda competición continental en segunda ronda y este año alcanzó con mucho mérito ante el Hypo austríaco la tercera fase del torneo. ¿Por qué no seguir soñando?