El Frigoríficos del Morrazo ha caído derrotado esta noche ante el Logroño La Rioja (32-24) en un encuentro controlado por los cangueses durante sus 30 minutos iniciales y condicionado después por las exclusiones, que dejaron a los de Magí Serra con solo tres jugadores en pista en el arranque del segundo tiempo. Los locales castigaron con un parcial de 4-0 a un Cangas que hasta entonces se había mostrado sólido en defensa, con un Javi Díaz muy acertado, y solvente por momentos en su juego ofensivo. Luego tocó remar contracorriente y los gallegos no pudieron volver a inquietar al cuadro que dirige Miguel Ángel Velasco, que amplió su renta hasta los ochos goles, la máxima en todo el encuentro.

El primer tiempo volvió a dejar los mejores momentos de un cuadro cangués que no solo tuteó a su rival, sino que lo dominó en el marcador y en cuanto a juego. Los locales solo estuvieron por delante con el 1-0 inicial, antes de que Javi Díaz mostrase credenciales parando un penalti y la defensa le permitiese contragolpear a los de O Morrazo para colocar el 1-3 en el marcador. A partir de ahí el Cangas echó mano de su fuerza atrás, con una portería que ponía su granito de arena, y de una inusitada efectividad en el lanzamiento, que le daba réditos para controlar el choque (2-5, minuto 8) a pesar de los esfuerzos del Logroño, que reducía (4-5, minuto 11) pero veía cómo su rival volvía a escaparse (5-8, minuto 18). El meta Aginagalde comenzó a aparecer entonces y Serra trató de frenar la reacción local con un tiempo muerto (7-8, minuto 20). El Cangas dio un nuevo estirón (9-11) pero el Logroño igualó antes del descanso (11-11) y sacó las exclusiones de Vujovic y Menduiña.

La segunda mitad arrancó con el Frigoríficos con dos jugadores menos, una situación que se agravó con otra exclusión, esta vez de Muratovic. El Logroño, que salió con fuerza, se anotó un parcial de 4-0 que rompía el choque (15-11, minuto 34, con tiempo muerto de Magí Serra). A partir de ahí el Cangas trató de recomponerse e hizo la goma acercándose a tres goles (15-12, 17-14, 18-15) hasta un nuevo estirón de los locales (21-15). La tendencia del choque había variado, con un cuadro local más cómodo y anotando con facilidad y un Cangas que ya no pudo volver a engancharse de nuevo en el electrónico.