Hay pocas maneras de perder tan crueles como la que le tocó ayer al Frigoríficos del Morrazo. Después de una larguísima batalla de 59 minutos y 55 segundos, en la que el Cangas volvió a mostrar su mejor versión defensiva y una actitud irreprochable, un error y la consiguiente pérdida de balón le dieron la oportunidad al Benidorm de montar un velocísimo contragolpe que culminó sobre la bocina Simonet para poner el 21-22. Un castigo inmerecido para un equipo que rozó con la punta de los dedos su segunda victoria consecutiva y que al final se marchó de O Gatañal sin ningún punto. Un disgusto que tendrá que digerir durante las próximas dos semanas porque hay un parón en la liga, que volverá el 3 de noviembre en Santander.

El choque de ayer comenzó con un gol de Simonet, casi un presagio de lo que iba a ocurrir. El lateral fue el mejor de los suyos en ataque, con un total de diez goles. Los alicantinos comenzaron mejor y en el minuto 6 ganaban 1-4, después de que los colegiados señalasen dos exclusiones consecutivas a Aranda y Chapela. Los visitantes volvieron a distanciarse a tres goles en el minuto 10, con un 3-6.

A partir d ese momento el escenario del partido cambió. La defensa 6.0 canguesa se puso a tono y en menos de tres minutos el electrónico reflejaba un 6-6 gracias a tres goles consecutivos de Menduíña, Alen y Vujovic. El equipo de Magí Serra completó la remontada poco después con un tanto de David Chapela, que ponía el 7-6. Los cangueses estiraron su parcial hasta alcanzar un 10-8 en el minuto 22, lo que provocó que Zupo Equisoain solicitase un tiempo muerto. El Benidorm fue capaz de volver a igualar el marcador (10-10, min.25), pero el Cangas llegó al descanso un gol arriba (12-11).

Si en el primer tiempo a los dos equipos les costaba un mundo traspasar sus respectivas defensas 6.0 la situación se agudizó tras el paso por vestuarios. Cada gol costaba sangre, sudor y lágrimas. Además era rara la posesión en la que los colegiados no acababan con el brazo en alto advirtiendo del pasivo. Los tantos caían con cuentagotas y la igualdad fue absoluta. De nuevo un gol de Simonet ponía a los suyos por delante (13-14). Tras un tiempo muerto de Magí Serra el Cangas dispuso de una doble superioridad numérica después de que los colegiados excluyesen consecutivamente a Porras por protestar y a Revin por una falta sobre Rubén Soliño. Los cangueses lograron ponerse de nuevo por delante gracias a Muratovic (15-14), pero no pudieron sacar más provecho de esa situación.

A partir de ese momento el partido fue un intercambio de escasos goles y de buenas intervenciones por parte de ambos porteros. Después de que, otra vez, Simonet pusiese por delante al Benidorm (18-19, min.51) el Frigoríficos pareció afrontar en mejores condiciones los últimos instantes del partido. Dos goles consecutivos de Menduiña, uno desde el extremo y otro tras culminar un contragolpe después de una gran acción de la defensa canguesa, ponían al Cangas con un 20-19 a cinco minutos para el final.

Llegaron entonces las decisiones arbitrales más controvertidas, señalando dos faltas en ataque consecutivas al Cangas y sin conceder lo que parecía un claro siete metros tras una falta sobre el propio Menduíña. Aún así el cuarto gol de la tarde para Muratovic puso el 21-20 a menos de un minuto y medio para el final. El Benidorm volvió a nivelar el electrónico por medio de Porras cuando quedaba medio minuto por jugar.

Magí Serra solicitó un tiempo muerto para preparar la que debía ser la última posesión del partido. El Cangas intentó aguantar el balón para jugarse la victoria en los últimos segundos y, si no conseguía el triunfo, por lo menos amarrar un punto después de una larguísima batalla. Pero durante esa circulación el balón se le fue a Rubén y el Benidorm se encontró de repente con una oportunidad insospechada. Los alicantinos fueron capaces de subir el contragolpe a una velocidad fulgurante y justo sobre la bocina Simonet marcó el 21-22, que cayó en O Gatañal como un auténtico jarro de agua fría.