Dar continuidad al rendimiento defensivo ofrecido ante el Bidasoa y regresar a la senda de la recta final del año pasado. Ese es el doble objetivo que se ha marcado Magí Serra con el Frigoríficos del Morrazo después de la exhibición del sábado en O Gatañal. El técnico catalán se muestra muy satisfecho por el trabajo realizado por sus hombres y quiere utilizar el encuentro ante los irundarras como punto de partida para el futuro. "Nos faltaba recuperar algunos detalles del año pasado, pero lo hemos conseguido con creces, y ahora hay que ver si logramos mantenerlos" afirma, antes de añadir que "mantener esta línea es fundamental, y luego ya iremos metiendo cosas poco a poco para mejorar el ataque".

Lo cierto es que el choque ante el Bidasoa sirvió para ver a una escuadra canguesa que, lejos de sufrir en retaguardia, parecía disfrutar del recital que estaba ofreciendo. "Es que si la portería y la defensa se complementan todo el mundo disfruta. Estuvimos bien, basculando, con ayudas, con salidas. Así podías fallar en ataque y nos decíamos que no pasaba nada, que ya recuperaríamos en defensa", afirma. Es más, la celebración al final del duelo fue el reflejo de los dos puntos conseguidos, pero también de haberlos ganado recuperando estilo. "Fue una victoria de prestigio", subraya el preparador de los de O Morrazo.

Rebajar los 30 goles

Los 19 tantos encajados han servido asimismo para romper una racha de tres encuentros en los que los marcadores en contra se habían disparado a más de 30 goles. El Cuenca anotó 31, el Atlético Valladolid 33 y el Barcelona 40, unas cifras que son sinónimo de derrota para el Cangas. "Es cierto que teníamos problemas, pero los hemos solventado y esto es un ejemplo de lo que tenemos que hacer", manifiesta. Hasta ahora el Alcobendas fue el equipo al que había defendido mejor el cuadro cangués, al recibir 23 goles. En Huesca se encajaron 25. Globalmente el Frigoríficos llegaba al partido del pasado sábado como la segunda peor defensa del campeonato. Tras el choque es la quinta, con 171 goles recibidos hasta la fecha.

Ahora la vista está puesta de reojo en el partido del sábado ante el Benidorm, si bien mañana habrá otro de Copa del Rey a domicilio ante el Puerto Sagunto. Ganar al Benidorm supondría una reválida y situar a los morracenses en la zona intermedia de la tabla, en una posición muy cómoda. "Si ganásemos sería la perfección y solo habríamos caído ante el Valladolid. Estaríamos más tranquilos y podríamos trabajar sin tanta presión como te pide la competición", señala el técnico.

Eso sí, la semana no es la más idónea para el equipo cangués, que físicamente se verá muy exigido. "No es tanto el partido ante el Sagunto sino que se trata de un desplazamiento fastidiado, con muy poco descanso en 48 horas. Y luego recuperar al equipo en solo dos días es complicado. Se acumulará la fatiga", afirma Serra. El equipo saldrá el mismo día de partido en un vuelo entre Santiago y Madrid para, en la capital de España, coger furgonetas hacia Sagunto. El regreso será similar, tomando el vuelo de las 8 de la mañana desde Madrid, lo que obligará a plantilla y técnico a darse un buen madrugón.