Las lesiones y la falta de continuidad están lastrando a un Alondras que solamente ha conseguido ganar uno de los siete primeros encuentros de competición, a pesar de la enorme mejoría experimentada en las últimas semanas. El técnico rojiblanco, Antonio Fernández, únicamente ha tenido a la totalidad de la plantilla a su disposición en el duelo ante el Compostela. En los otros seis choques las ausencias han sido notables en la escuadra de O Morrazo.

Los problemas comenzaron ya en la primera jornada de Liga, en la que faltaron Agujetas y Jonás, mientras que otros jugadores estaban entre algodones tras una pretemporada irregular. Una semana más tarde faltaron además de Agujetas, Champi, Ronald e Iván Pérez. En la victoria ante el Arosa solo faltó Agujetas, mientras que ante Racing de Ferrol y UD Ourense al central vigués se le unieron Mauro y Jesús. En este último choque frente al Porriño Antonio Fernández no pudo disponer de su pareja de centrales titular (Agujetas y Aitor Díaz), y perdió durante el partido a Pardavila por una lesión muscular. Además, Ronald tiene molestias en el músculo poplíteo.

El preparador alondrista resta importancia a las ausencias. "No me puedo acordar de ellas, es de ventajistas y yo no lo soy. Se caen algunos pero recuperamos a Mauro y a Jesús con muy buenas sensaciones", afirma. Eso sí, lo peor es que las bajas se han concentrado en la zona más delicada del equipo, el centro de la defensa. Sin Agujetas, con problemas en un tobillo, el fin de semana cayó Aitor Díaz con una tendinitis en el aquíleo. Eso obligó a Fernández a recomponer esa línea y a situar a Abel (sustituto natural en las últimas semanas de Agujetas) y al lateral izquierdo Pablo García. Pese a las dificultades, subraya que "defensivamente no estamos del todo mal. Solo hemos encajado un gol en los últimos tres partidos y ante el Porriño fue la línea que mejor funcionó, con mucha solvencia".

La situación de Abel como central ha convencido plenamente al técnico de los morracenses, que glosa su figura. "Venía de haber sufrido un problema muscular el viernes y ha respondido a la perfección. Le hemos encontrado otro puesto y ha dado un paso adelante, a saber sufrir", señala. Eso sí, mover a Abel supone perder una pieza importante en el equilibrio defensivo en el centro del campo y no poder darle mayor competitividad al mismo.